La azabache corrió por el pasillo en el que los estudiantes de la clase 1-A se encontraban, pero justo cuando vio a su amigo y se preparó para saltar sobre él, se frenó en seco, con su expresión reflejando molestia.
-No puedo usarte de caballo si te disfrazas de transformer- se quejó, rodeandolo para caminar a su lado.
-¡Atenea!. ¿No estás nerviosa?- preguntó Iida alterado por perder la oportunidad de conseguir su licencia de héroe, lo que solo logró que ella riera, para luego palmear su hombro, aunque no pudiera sentirlo.
-¿De qué me serviría estar nerviosa? Solo entorpecería mis decisiones. Relajate Iida, nos va a ir bien, ya verás- al ver su sonrisa de oreja a oreja, no pudo evitar relajarse, aunque solo fuera un poco, y curvar levemente sus labios.
-Tienes razón.
-Como siempre- rio divertida codeandolo, sin notar la mirada de Bakugo clavada en su espalda, y el "Tsk" que emitió para luego desviar la mirada.
En cuestión de minutos, ya estaban frente a la puerta, y Midoriya, que se sintió aliviado al tener a Atenea a su lado, vio como esta le guiñaba el ojo, con una sonrisa amplia en sus labios.
-Por fin pondremos en práctica todas esas mañanas de entrenamiento, Midoriya-kun- él rió suave, aunque terminó por observarla curioso.
-Puedes decirme Deku, así me llaman Uraraka y Kacchan- ella pellizcó su mejilla al ver que se había sonrojado al nombrar a la chica, y el de cabello verde, aún nervioso, llegó a ver el destello de orgullo en sus ojos dorados.
-Te llamaré así cuando seamos héroes- él parpadeó un par de veces, sorprendido de que conociera sus intenciones, justo cuando la gran puerta se abrió, por lo que sonrió con determinación, mirando a la azabache agradecido. Le había dado la confianza que necesitaba.
Todos salieron juntos, entre gritos de otros equipos y los de Midoriya pidiendo que se quedaran juntos. Atenea atajó la armónica que colgaba en su cuello, sonriendo victoriosa, justo cuando algo la tomó por la cintura, haciendola volar por los aires y separandola de su grupo.
-¡Atenea!.
El grito del chico fue lo último que llegó a escuchar, antes de desaparecer de su panorama, cayendo con brusquedad contra el suelo de tierra. Se levantó como si nada, al haber retenido el impacto, mirando en todas direcciones.
-Lo siento, pero eres de las principales amenazas, así que tendré que eliminarte primero- esquivó la pelota naranja que apuntaba a su hombro ni bien apareció en su rango de visión, sintiendo como aquella cinta que se había atado a su cintura se apretaba con más fuerza, por lo que maldijo internamente, aún con una sonrisa en su rostro.
-¿Y tienes que aislarme para ganar? Los villanos no siempre están solos, ¿sabes? Debes prepararte para lo peor- tomó la cinta con una de sus manos, clavando sus orbes doradas en la chica que flotaba en el aire, con aquella cinta roja saliendo de su abdomen, mirandola con temor -Y debes estar tan dispuesta a darlo todo como ellos- tiró de la cinta con todas sus fuerzas, haciendo que la rubia cayera contra el suelo, y el agarre en su cintura se aflojara.
Caminó hacia ella a paso lento, quien se levantaba algo atontada por el golpe, y tiró la pelota que había sacado de su pantalón, que recientemente había equipado con bolsillos, dandole justo en el aparato en su pecho.
-Fragile, always 'bout to fall just like sand, castles, three, two, one, go- los ojos de la chica que estaba a punto de levantarse brillaron de un fuerte color dorado, mientras la azabache seguía acercandose a ella con dos pelotas más -Strong hold, it's time for me to admit that I'm an asshole, so here I go- tocó los demás, dejando de cantar y sonriendole a la chica, cuyas lágrimas comenzaban a llenar sus ojos -Oye, lo siento, realmente tienes un buen quirk. Espero escuchar de ti el año que viene- le dedicó una amplia sonrisa de ojos cerrados, que hizo que la rubia parpadeara un par de veces, sintiendo como sus ojos dejaban de cristalizarse.
La chica se levantó, girandose sin dedicarle una última mirada y dirigiendose a donde debían ir aquellos que perdían. Mientras tanto, Atenea no podía dejar de mirarla con una sonrisa melancólica, aunque entendía completamente el funcionamiento de la prueba, y de más estaba decir que estaba de acuerdo, no podía evitar sentirse mal por aquella chica que quería convertirse en héroe.
De pronto, escuchó unas pisadas a sus espaldas, tan leves como quien quiere ser sigiloso, y la azabache no pudo evitar sonreír.
-Demons, hide behind my back and I can see them- se giró hacia ellos, que la miraron sorprendidos, y justo cuando Atenea vio el brillo victorioso en sus ojos, estos se tornaron dorados -One, two, three, four- caminó hacia ellos, haciendo saltar la pelota en su mano -Leading me to do their dirty work, won't let them knock down my door- al llegar frente al que tenía más cerca, tocó dos puntos, y repitió lo mismo con los otros tres, hasta que al último, lo eliminó justo cuando dejó de cantar.
Escuchó como anunciaban que ella había terminado, por lo que le sonrió a los chicos que la miraban confundidos, guiñandoles un ojo y caminando lejos de aquel lugar. Pensó en que los chicos seguían solos, pero no podía ayudarlos, necesitaban probarse a ellos mismos, saber que si podían pasar esta prueba, podrían con el mundo del heroísmo que los esperaba al obtener las licencias.
Entró en el salón, notando que tan solo había un par de ellos, y suspiró pesado, ocupando su mente con qué pasaría con los demás.
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by my side | k. bakugo
Fanfiction𝐆 | • De pequeño te quedabas con todos los dulces rojos, y ahora te quedas con toda la culpa. Siempre te gustó acaparar, ¿no es así? • ••• 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞, de alguna manera u otra, Katsuki y Atenea siempre estuvieron al lado del otro. ••• • Katsuki Ba...