Atenea caminaba con tranquilidad en dirección a la enfermería de Recovery Girl, yendo a visitar a su amigo que se encontraba hecho trizas luego de aquella pelea con Bakugou, y ella había salido tan rápido como había podido de aquella prueba, agradeciendo que All Might le había dejado ir a verlo. Jugaba con la paleta roja dentro de su boca, saboreando el gusto a frutilla, aunque su mente daba vueltas sobre una misma idea. Al llegar a aquella puerta, la golpeó un par de veces con sus nudillos, abriendola al escuchar como le daban permiso desde adentro.
-Buen día, Recovery Girl, venía a ver como estaba Midoriya-kun si me lo permite- sonrió ella, sacando el dulce de su boca para hablar, por lo que la mujer asintió, señalandole al chico de cabello verde recostado sobre esa cama -Lo lamento, ¿podría darnos un minuto? No le gusta cuando hablo de su mamá frente a otra gente, ya sabe, hombres- se burló ella, logrando que aquella enfermera le sonriera, asintiendo y alejándose, para luego girarse a ver al chico, que la miraba con las cejas levantadas y expresión preocupada.
-¿Quieres hablar de mi mamá?- la azabache rió suavemente, sentándose en aquella cama con delicadeza, mientras él se incorporaba levemente para poder verla mejor.
-No seas tonto, solo vine a ver cómo estabas- explicó, tomando su brazo, viendo como él hacía una mueca de dolor -Y hablarte de algo que no sé si ella podía escuchar- Midoriya tragó saliva intentando que no lo notara, asintiendo con la cabeza -¿Recuerdas aquel juego que teníamos de pequeños?¿En el que uno se tapaba las orejas con fuerza e intentaba leer los labios del otro?- él sonrió bajando la mirada, dandole a entender que lo recordaba, mientras escuchaba su suave risa -Eras malísimo, nunca adivinabas. Pero yo lo hacía siempre, ¿recuerdas?- sus ojos verdes se clavaron en sus dorados, asintiendo levemente -Detroit Smash, fue lo que dijiste cuando lanzaste ese golpe hacia arriba, destrozando todo el edificio, ¿no es así?- los labios del chico formaron una fina línea, mientras intentaba leer en sus ojos si lo había descubierto. Ella se levantó de la cama, quedando parada frente a él, aún sonriendole.
-No pretendo saberlo todo, pero solo puedo pensar en dos opciones, aunque una sea prácticamente inconcebible. Cualquiera sea el caso, te diré esto: los nombres que All Might le pone a sus golpes son solo eso, nombres. Yo sé que lo adoras desde que eras un piojito- dijo con cariño, revolviendo su cabello con la mano que no sostenía la paleta roja -Pero debes formarte a tu manera, como el reflejo más puro que encuentres del fondo de tu alma y tu esencia, ¿si?- preguntó, sin despegar sus ojos de los suyos, a lo que él asintió con los ojos cristalizandose, logrando que ella sonriera -Ya deja de llorar, es como si miraras una película de perritos muriendo el 90% del tiempo- se burló, dedicandole una última sonrisa al escucharlo reír suavemente, para luego salir de aquella habitación. Cerró la puerta detrás de si, y comenzó a caminar por el pasillo mientras llevaba el dulce a su boca, hasta que sintió como una mano sujetaba su muñeca, obligandola a girar.
-¿Viniste a visitar al estúpido Deku?- preguntó furioso, a lo que ella frunció el ceño, para luego sonreír divertida, sacando el dulce de su boca.
-¿Y es casualidad que tú pases por donde está?- se soltó de su agarre, dandose vuelta sin esperar que contestara, creyendo que lo había agarrado con las manos en la masa, preocupandose por su antiguo amigo.
Aunque en realidad, había llegado ahí al preguntar dónde estaba ella.

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by my side | k. bakugo
Fiksi Penggemar𝐆 | • De pequeño te quedabas con todos los dulces rojos, y ahora te quedas con toda la culpa. Siempre te gustó acaparar, ¿no es así? • ••• 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞, de alguna manera u otra, Katsuki y Atenea siempre estuvieron al lado del otro. ••• • Katsuki Ba...