CAPÍTULO DOS

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Luka observó por encima de su hombro como Adrien caminaba unos pasos detrás de él, con el ceño fruncido y una evidente aura de molestia y desacuerdo.

A él también se le hacía injusto para el rubio, pero no podía negarse siendo que quería mejorar sus calificaciones y sabía que Adrien era el mejor estudiante y tutor.

Si no se lo pidió antes, fue porque su orgullo no se lo había permitido.

−¡Luka!

Reconoció el grito de su mejor amiga en el pasillo, por lo que dejó de observar al rubio para mirarla a ella.

−Hola Mari.

La saludo cordialmente, despeinando su cabello en el proceso.

−¿Qué te dijo?

−¿La profesora? Que debo mejorar mis calificaciones si...

−No, Adrien –le interrumpió la chica, ocultando su cuerpo con el de su mejor amigo mientras asomaba la cabeza para observar a Adrien que seguía detrás de ellos.

−¿Él qué?

−Oh por favor, los vi hablar durante la evaluación, ¿Qué te dijo?

Luka rodó los ojos con fastidio. No era un secreto que a su mejor amiga le gustaba Adrien, siempre se lo decía.

Y aunque a él le gustó Marinette por un tiempo, hoy en día solo la veía como su pequeña amiga que podía hacerle frente a cualquier injusticia pero que no podía confesar sus sentimientos.

−Qué contestara mi evaluación si no quería reprobar de nuevo, ¡Ja! Como si en verdad le importara.

Le dijo a su amiga, pero ella se había perdido en sus pensamientos.

−Siempre preocupándose por todos, ¿no es maravilloso? Adrien es el chico más guapo, gentil, amable, caballeroso, agradable...

Comenzó a divagar la chica, con lo que sería una explicación eterna de lo "genial" que era Adrien para ella, y eso ni Luka podía evitarlo, por lo que con una mueca comenzó a caminar en dirección a su siguiente clase, que sería en el gimnasio.

−¿Qué tienes para tu siguiente clase?

La interrumpió, poniendo una de sus manos en su boca para que ella lo escuche.

−Nada, tengo la siguiente hora libre, pero iré con Alya a almorzar.

−Genial, ¿A dónde vamos?

Luka frotó sus manos, imaginando un almuerzo delicioso.

−No, tu no iras, no puedes seguir saltándose clases –se negó la chica, cruzándose de brazo.

−¡Vamos! Solo he faltado dos veces a esa clase.

−Sí, y apenas llevamos una semana de clases y tienes esa clase dos veces, así que no hay excusa, ve a clase y después tal vez vayamos a comer juntos.

−Pero...

−Ahí está Alya, ¡adiós, confió en ti!

Ella lo señaló antes de salir corriendo en dirección a su amiga.

"Confió en ti"

Esas palabras quedaron resonando en la cabeza de Luka por bastante tiempo. Marinette sabía que siempre que decía eso, Luka nunca podía fallarle.

Y cuando menos se dio cuenta, ya estaba llegando al gimnasio, mientras pasaba las canciones que no quería escuchar desde su celular.

Pero algo llamó su atención, y fue el hecho de que observó a través de los cristales que daban a uno de los patios traseros del instituto, una cabellera rubia que iba de un lado a otro.

OPUESTOS//FINALIZADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora