OPUESTOS//FINALIZADA

CAPÍTULO CATORCE:

Luka llevaba sus auriculares puestos, al mismo tiempo que movía su pie de arriba a abajo según el ritmo.

Sin embargo, a los pocos segundos cambiaba de canción, repitiendo la acción cada ciertos segundos, dándose por vencido con la música al dejar el celular sobre su escritorio al igual que los auriculares.

La verdad que no quería reconocer era que no podía estar tranquilo. Le había mandado un mensaje en la mañana a Adrien para saber cómo estaba y él no le había respondido pero si lo había visto, lo que había llevado a Luka a dejar volar su imaginación con los peores escenarios.

¿Y si se había vuelto a sentir mal?

¿Si otra vez intentaba hacer alguna tontería? ¿de qué forma sería?

¿Acaso nada de lo que le dijo ayer quedó grabado en su mente?

Pensar eso lo enojaba y preocupaba en partes iguales.

Estuvo por preguntarle al chico de auriculares y gorra que se sentaba tres mesas detrás de él y que conocía cómo la única persona que siempre estaba con Adrien.

No podía decir que era su amigo ya que ni siquiera había estado ayer con el rubio, ni siquiera parecía haberse enterado de lo que había sucedido.

Esas eran sus intenciones, no obstante antes de conseguir ponerse de pie completamente, vislumbro en el umbral de la puerta del aula al rubio que había estado últimamente en sus pensamientos.

Adrien, cómo era común verlo, venía rodeado de algunas chicas, una llevaba su mochila mientras que otra un vaso de café.

−Gracias por la ayuda chicas.

Dijo él de forma amable al llegar a su asiento, a un lado del peliazul que ahora fingía ignorarlo, mirando su celular.

−¿Compartes escritorio con Luka?

Le preguntó una de las chicas por lo bajo, mirando al susodicho de reojo con la confianza de que no lo escucharía por traer los auriculares puestos.

−Sí, es mi compañero.

Aseguró Adrien, palabras que Luka consiguió escuchar gracias a que no tenía música puesta.

Después de ello, más murmullos entre ellas no se hicieron esperar, donde aseguraban que debería ser un privilegio para quienes compartían clase con ellos tener la posibilidad de ver a los dos chicos más apuestos del instituto juntos.

Hace unos días, le habría molestado escuchar a las chicas relacionarlo con Adrien de alguna forma en esa tonta rivalidad en la que él siempre quería destacar por encima del rubio, pero ahora, en esa hora del día, sentado justo a un lado de su supuesto rival mientras escuchaba alguno que otro halago comentario hacia cualquiera de los dos de forma indirecta, no le molesto en lo absoluto.

Al contrario, le divirtió darse cuenta de lo mucho que una persona podía llegar a idolatrar a otra sin conocerla, aunque a su vez le pareció un poco injusto.

Si conocieran al Adrien que se esconde detrás de esa máscara de perfección, ¿lo seguirán adorando?

¿Seguirán pensando que es el mejor conociendo su pasado?

La respuesta era simple para Luka, la comprobó cuando Adrien estaba en su peor momento y nadie estaba para él.

Solo tenía seguidores, no amigos.

−Señoritas, me encanta tenerlas cerca pero deberían ir a clase.

Intervino Luka repentinamente, consiguiendo la atención deseada.