Capítulo 22.

76 8 0
                                    

—¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está Jack?! — en cuanto Eric me llamó para contarme lo que pasó, vine lo más rápido que pude. Me salté semáforos, casi me estrello y de hecho, creo que aparqué mal el auto afuera del hospital.

Nada de eso me importa. Solo necesito que alguien me diga que está bien.

—¡Jack! — Eric me sostiene. — ¿Qué le pasó? ¿Quién le hizo esto? — estoy desesperada.

—Tranquila, tranquila. Escucha. — me sujeta la cara. — Es nuestro Jack. Es fuerte, estará bien, estará bien. — pero sus ojos inyectados en sangre contradicen sus palabras. No puede asegurarme que estará bien. Nadie puede hacerlo.

—No puedo perderlo. Tenemos muchos planes, no hemos tenido tiempo. Hemos desperdiciado mucho tiempo. No puedo perderlo. — mis lágrimas no cesan. Ese terrible vacío en mi pecho se extiende cada vez más. Me cuesta respirar, me cuesta mantener la calma. Todo dentro de mí se desgarra cada vez que siento la posibilidad de que pueda perderlo para siempre.

Respiro profundo mientras nos sentamos.

—¿Qué fue lo que pasó? — estoy temblando, pero al menos puedo hablar.

—Ese imbécil, el oficial Cowen, le hizo esto. No debí dejarlo solo. Que estúpido fui.

—¿Estaban en una operación?

—Sí, inspeccionamos su escondite. Descubrió una habitación oculta donde había mucha información. Nunca le había pasado esto, pero cuando lo vi, pude entenderlo.

—¿Ver qué?

—No quiero preocuparte más. No hasta saber de qué se trata.

—No te atrevas, Eric. No te atrevas a ocultarme más cosas. Tengo derecho a saberlo.

—Habían muchas fotografías de él y su hermano. Pero lo más extraño es esto. — saca su móvil. Es una foto de un pizarrón con muchas fotografías de Martha, Melodie y yo. ¿Qué demonios es esto? ¿Qué significa? — ¿Reconoces a esta chica? — señala a una jovencita de algunos 19 o 20 años.

—No. Nunca la había visto. — a simple vista, es así, pero me da la sensación de que he visto ese lunar y ese tono de cabello en otra parte, solo que no recuerdo dónde. — ¿Por qué estaría ligada a nosotras?

—Eso es lo que pretendemos averiguar. — parece estar muy preocupado también.

—¿Dónde está? ¿Dónde está ese enfermo? — me refiero a Cowen.

—Le disparamos pero sigue vivo. El maldito no se muere pero nos conviene porque le sacaré la verdad a puñetazos de ser necesario. — y no podría estar más de acuerdo.

—Hazlo pagar. — estoy llena de rabia.

—Tenlo por seguro.

Lisa también llega y me abraza fuertemente.

—¿Familiares del señor Jack Connor? — pregunta el doctor y nos hacemos presentes. Estoy muy nerviosa.

—¿Cómo está, doctor? — Eric le pregunta. No sé si estoy preparada para escuchar la respuesta.

Estoy temblando. No me siento nada bien.

—Su estado es crítico. Por suerte, no perforó ningún órgano vital gracias a parte de su chaleco antibalas pero perdió mucha sangre y deterioró muchos ligamentos importantes.

—¿Pero estará bien, verdad? — pregunta Lisa.

—Sigue vivo, pero puede que pierda parte de la sensibilidad de su pierna derecha y se le dificulte volver a moverse de la misma manera. Le proporcionaremos una buena terapeuta para que le ayude a recuperarse completamente, pero puede que sea un proceso largo. — sigue explicando.

Powerful People ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora