29. Ambulancias pt. 1

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(N/a): ¿Es la continuación de alguna? sim, pero deben adivinar cual es;)

El colchón se hundía mientras me acomodaba sobre la cama. Tuve una pesadilla, en ella sentí que todo daba vueltas y horribles venas negras aparecían de la nada sobre mi cuerpo. Me aclaro la garganta y me siento sobre la cama admirando la ventana.

¿Por qué soñamos? ¿Puede llegar a ser un espejo oscuro de nuestra realidad? ¿Podríamos llamar segundo hogar al lugar donde nos suceden estas cosas? ¿Todo pasa dentro de nuestra cabeza o... nos vamos a un lugar extraño y lúgubre?

En ese momento paré de pensar, no me convenía.

Procesando lo que mi mente maquinó, escuche a lo lejos una ambulancia. Cerca hay un hospital así que no me angustie, ya hacía parte de la rutina.

Ingenua como siempre, les seguiré contando la historia...Unos meses antes me había mudado allí por asuntos del trabajo y nuevos reportajes que debía hacer, allí era donde las ambulancias irrumpían en la madrugada. Al principio, trataba de ignorarlas y descansar pero se tornó fastidioso y preferí observar/aprovechar sus llegadas en la noche.

En una de las tan variadas puestas de sol, una ambulancia llegó a dejar su paciente de costumbre, se parqueó al lateral del hospital Sagola, eran mediados de las 2 o 3 a.m. El copiloto bajó de la camioneta para abrir las puertas traseras, una vez abiertas, el piloto llegó donde estaba su compañero, ambos cruzaron palabras y abrieron las puertas.

¿Qué palabras escuchó el más moreno de los dos? ¿Por qué el piloto ahora saca maletas gigantes y oscuras de la cabina delantera de la ambulancia? Uno de los dos saca la camilla donde está el paciente...¿Por qué le cortaron el cuello al paciente una vez se aseguraron que nadie los viera?

Mi yo del futuro se ríe de tan estúpidas preguntas.

Entre en estado de curiosidad/alarma por lo que veía. Claramente, la persona que llevaban en la ambulancia ya no estaba viva ¿verdad? No vi ni una gota de sangre escaparle del cuello. No podría ser un "procedimiento médico" no tendría sentido, no habría razón para serlo.

Volví la vista hacia la ambulancia, me petrifique en todos los sentidos.

Ambos camilleros me observaban ahora a mi desde abajo, desde las puertas de la ambulancia. Cerré rápidamente las cortinas para meterme al baño en completa oscuridad.

Me vieron. ¿Pudieron reconocer mi cara a tanta distancia? digo, son once pisos no lo sé. ¿Me servirá para un reportaje o puede llegar a ser peligroso...?

...

No mentiré: Reciente del suceso investigue el hospital sin encontrar nada y, escribí un poco al respecto pero no pase de esa línea de ignorancia, poco después reste importancia para olvidar esa noche.

Con frecuencia soñaba con los conductores de la ambulancia, los veía entrar con los mismos maletines pero esta vez sin paciente, ambos compartían un anillo y lo chocaban en gesto de camaradería. Mi conclusión de ese momento fue que me había traumado.

El mismo día del sueño, tomaba un café buscando a donde ir para escribir un reportaje, en un ademán distraído de tomar un sorbo me di cuenta esporádicamente que tenía el mismo anillo del sueño, me lo quite y lo lance al suelo, cayó y desapareció como si nunca lo hubiera lanzado. Mi conclusión fue que me estaba tomando todo muy literal.

En el trabajo preguntaban si había temas nuevos, mi persona negaba con la cabeza.
En la oficina reclamaban por noticias innovadoras, mi persona se postraba en el asiento.
La jefa me llamó la atención, mi persona decidió retomar el tema de las ambulancias nocturnas.

Una cosa a tener en cuenta: Ya sabían de mi. No como tal de mi aspecto físico, pero sí sabían que alguien ya los había presenciado haciendo tal acto.

Ellos y yo sabíamos que nada de esto era legal, ni lo que tenía planeado hacer, ni lo que ellos hicieron esa noche... Si no es que ya lo venían haciendo desde hace mucho, cosa que no dudaba y que estaba en lo correcto.

...

De nuevo en la noche, 3 o 4 de la madrugada. Esta vez decidí vigilarlos desde otra ventana y con binoculares. ¿De donde los saque? Estaban en el garaje. Ya estaba fichado que tenían turno nocturno los jueves y viernes, ningún otro con turno en la mañana o tarde.

Llegaron.

Una sensación que al sol de hoy todavía recuerdo es que sabían que yo los veía y me lo hacían saber de esa forma: erizando los vellos de la nuca y haciendo sudar los pliegues en las manos.

Por un hueco pequeño de la cortina desviaron la vista hacia mi después de bajar del vehículo, esta vez no retrocedí como cobarde. Mantuve la vista y ellos también.

Una capa gélida cubrió la escena ese momento. Por la hora no había gente alrededor, la neblina se puso más espesa al mirarla, los coches ya no hacían tráfico y las luces del hospital Sagola eran tenues.

Sacaron las maletas de la cabina delantera y entraron al hospital.

A este punto no tengo claro si dejaron que sucediera adrede o fue un simple error de rutina macabra que llevaban... Mientras entraban por la larga entrada de la infraestructura, un líquido se regaba de la maleta del más alto.

¿Por qué? Ellos sabían que estaba viendo, ¿No podrían ser más estúpidos? O... ¿acaso era un plan para tenderme una trampa?

Parezco con psicosis, no juzguen porque vale la pena saber que pasó después de la noche que fui al hospital. 

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(N/a): Sigue leyendo, lector.

—Jackson

RELATOS desde la OSCURIDAD [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora