16. Misión Surella

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"Lo que has hecho... ha sido un grave error"

Entramos al edificio. Un frío atroz nos hacía compañía. Recargue mi arma y todos juntos nos adentramos a ello.

Escuchaba los pasos de mis compañeros a mi espalda. Iban trotando, cautelosos por si había alguna trampa.

Las palabras de mi jefa estaban clavadas en mi mente, repitiendo una y otra vez:

"Entren y salgan por las escaleras traseras. Sin rastro, sin ruido, sin cadáveres. La pieza que esta vez debemos retirar es una vasija. Blanca, pequeña, muy frágil así que trátenla como tal."

Estaba bastante oscuro así que empezamos a alumbrar con las linternas mientras apuntamos con nuestras armas, por si acaso.

Era la única mujer entre tantos hombres fornidos, pero no por eso era la más débil. De hecho yo dirigía aquella misión.

Abriéndonos paso entre ratas y oscuridad ellos seguían mis órdenes.

—Quédense aquí vigilando, yo y Hoffman iremos a extraer la vasija— Hanson, a quien le hablaba en ese momento me miraba con miedo. Creí que tenía un mal presentimiento.

Hizo un ademán de aceptar y asentí para indicar que ya me iba.

Hoffman y yo, Morgana Hill, creíamos estar hechos para eso. Éramos notablemente ingenuos.

Rápidamente subimos por el ducto de ventilación y salimos en un pequeño salón gris con una mesa en el centro. Encima de esta había una caja de cristal con la ya mencionada vasija.

Era blanca, como crema. Su superficie era lisa y brillaba con la luz de la habitación, tenía delgadas líneas grises que se hacían parecer a grietas, pero no lo eran.

Hoffman se acercó a dicha caja de cristal y la levantó como si nada.

—¿¡Que haces!? van a sonar la jodidas alarmas— solté brusco pero susurrando, no quería hacer ruido.

—Calla Hill, sé lo que hago— me interrumpió hablando con mucha calma.

Calle indignada. ¿se supone que no debo dejar que me hable así, no?

Cogió la vasija en sus manos para luego pasarla a las mías con sumo cuidado. Justo en ese momento creí que solo era encontrarme de nuevo con nuestros compañeros, salir de ahí y entregarle la vasija a la Jefa, pero no pasó así.

Hoffman y yo caímos aturdidos al suelo por el ruido de varios disparos, mis brazos abrazaban la vasija y los de Hoffman mi cuerpo. Pocos segundos después cesaron así que salimos, Hoffman con la vasija y yo apuntando con mi fusil de asalto al final del pasillo por donde caminábamos.

Llegamos a la sala por donde entramos en el inicio. Todos estaban ahí, menos Hanson.

¿Dónde está Hanson?

—¿Dónde está Hanson?—mi subconsciente hablo conmigo

—Capitana Hill, el—Higgins, amigo de Hanson, hizo una pausa para tomar aire— el, seguido de escuchar los disparos salió corriendo para ayudarlos, no dejo que lo acompañáramos y hasta ahora no ha vuelto. Debería estar con ustedes.

¿Cómo que Hanson-? Estamos en problemas, estoy en problemas. Debo calmarme y encontrar soluciones con cabeza fría.

—Esto— señale el alrededor— esto, no debió haber salido así. La jefa nos va a decapitar, y no creo que metafóricamente.

—Al menos tenemos la vasija— una voz de atrás se hizo escuchar

Respire hondo, no quería gritarle a nadie. La misión no salió como queríamos, Hanson está desaparecido. Ruego al destino que no pase nada más.

—Salgamos de aquí— ordene seria y todos me siguieron.

***

Ya estaban fuera del edificio, -salvo por mi y Hoffman- con la vasija en un maletín y a salvo. Estaba sentada en el suelo de la recepción del edificio y Hoffman me hacia compañía.

"Después de extraer la pieza y terminar la misión, si es que pueden, espérenme afuera. Llegaré a recogerlos."

—Ya acabo, Hill

Hoffman y yo teníamos historia pero quedó atrás debido al trabajo, ambos somos personas bastante profesionales.

—O eso creemos, Hoffman— se sentó a mi lado y no dejó espacio personal.

—Hicimos un buen trabajo, no debemos preocuparnos.

Una de sus manos pasó de estar de su rodilla a la mía. Me tensé pero no podía negar que me gustaba el tacto. Lo mire y era consciente de lo que hacía, si me acerco un poco más a él estarán nuestros labios juntos.

Acércate...

Lo hice. Me acerqué y justo cuando iba a probarlos, se apartó para plantar un beso en la comisura de ellos y sonreírme. Cómo sonrisa de "perdón" básicamente.

Hoffman se puso de pie, no me había percatado de que a través del cristal estaba ya la Jefa hablando con el resto del grupo. Me levanté igual, acercándome a ellos.

—Morgana

La Jefa llamó, su cabello corto y blanco que le daba toque de superioridad tenía leves salpicaduras de sangre, al igual que su cara.

—Lo que has hecho... ha sido un grave error.

Mi cuerpo salió volando junto con los de mis compañeros, una explosión. Me golpeé la cabeza al caer de espalda y un pitido me invadió.

—¡Quietos!— una voz de mujer habló, no era la Jefa y mis compañeros solo eran hombres.

Dicha mujer tenia un gabán de cuero negro y venia con varias personas, todos vestidos al igual que ella. Empezaron a amordazar a mi gente uno a uno. No podían moverse puesto que les apuntaban con armas.

¿La Jefa? ¿Dónde está la Jefa? 

Joder, la vasija.

Busqué a mi alrededor el maletín, a la Jefa, a Hoffman. De ellos solo encontré al último.

Corrí hacia él, se dieron cuenta y nos apuntaron rodeándonos. Ahora éramos los únicos sin amordazar pero ¿Por qué? Con los demás ni habían parado a pensar si lo hacían o no, mientras que con nosotros ni nos han tratado con brusquedad.

Hoffman estaba a mi lado y como por arte de magia encontré los ojos de la Jefa, estaba detrás de toda esa gente y no con su resaltante superioridad sino con mueca de decepción, estaba decepcionada como sin respuestas, sin salida.

"Lo que has hecho... ha sido un grave error"

¿Lo de Hanson? ¿La vasija? no se... ¿¡Que hice!?

Hoffman me miró expectante a que hiciera algo, tal vez a que dialogara, pero estaba perdida.

Esa mujer que había llegado hace poco ahora me extendía la mano, mientras a Hoffman le apuntaban a la sien.

—Uniscimu a surella.

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(N/a): Holaa! Me salí un poco de mi estilo para hacer esta historiaAclaro de una vez que no va a quedar así y que en la segunda parte explicara que significa "uniscimu a surella" bai:)

—Jackson 

RELATOS desde la OSCURIDAD [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora