Capítulo 16

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⚠️TW/Advertencia:

Si generalmente leen cosas de todo tipo y saben que no son sensibles a ningún tema entonces NO lean esta advertencia para ahorrarse el spoiler. De lo contrario me parece importante aclararles lo siguiente: este capítulo contiene una escena de intento de abuso. En caso de no querer leerlo me pueden escribir por privado y yo les explicaré qué pasa en el capítulo sin los detalles de dicha escena, más que nada para que puedan leer el siguiente sin inconveniente o sentir que no lo van a entender. 

El ambiente tenso que se respira en la cocina me empieza a incomodar y con mi dedo índice separo un poco el cuello de mi chaqueta de chef de mi piel para dejar pasar aire

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El ambiente tenso que se respira en la cocina me empieza a incomodar y con mi dedo índice separo un poco el cuello de mi chaqueta de chef de mi piel para dejar pasar aire. El nerviosismo que invade a cada persona de esta cocina es tan grande que casi siento que lo puedo oler en el aire.

Todos estamos parados en fila con la mirada al frente y los brazos cruzados por detrás del cuerpo. Nadie habla ni se mueve, salvo el chef Gautier que no para de caminar ofuscado de un lado a otro de la cocina con evidente preocupación.

Ron mientras tanto permanece de pie balanceándose un poco de atrás hacia adelante y carraspea de vez en cuando esperando a que Henri rompa el silencio. No nos mira a nosotros sino a él, con la misma confianza y familiaridad de siempre. El señor Baker parece respetar a su chef principal casi más que nosotros, y aunque no tengo pruebas sé que pondría las manos en el fuego por él, por eso es que está esperando que hable primero, aun siendo Ron el dueño del restaurante.

—Nadie está trabajando aquí por un milagro— sentencia al fin el chef sin dejar de pasearse de una punta a la otra de la cocina y tengo que aguantar una sonrisa al pensar que yo no llegué de milagro, pero sí por accidente—. Si entraron al restaurante es porque son cocineros con talento.

—Si podemos estar orgullosos de algo en Doux Paradis es de ustedes— añade Ron haciendo un gesto con la mano que nos abarca a todos.

—La calidad de nuestra comida siempre es excelente, no dejaría salir platos de esta cocina que no cumplieran con mis expectativas. Sin embargo, mañana necesito que den más todavía de ustedes.

—Es decir, siempre damos el 100%. Eso mañana debe ser 110%, ¿entendido? — inquiere Ron y todos asentimos al mismo tiempo.

—Piero Vitale no va a tener piedad, no le demos el lujo de hablar mal de nuestro restaurante.

—¡Sí, chef! — contestamos al unísono.

—Va a salir todo bien, no puede salir mal, no puede— agrega Henri en un susurro con su mirada clavada en sus pies, hablando más para sí mismo que para nosotros.

Ron nos permite retirarnos, así que ya con nuestras pertenencias en mano nos dirigimos a la salida. Esta reunión nos atrasa un poco y ya está bien entrada la noche. No puedo esperar a estar en mi cama. Quiero ir directo a dormir en cuanto llegue para estar bien descansada para mañana.

Crème Brûlée-Un sueño entre sabores | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora