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Lauren tocó la puerta del dormitorio de Sara, la chica tenía ojeras terribles

—te ves del asco. — fue lo primero que dijo Lauren al verla

—gracias. — sonrió sin ganas —no he podido dormír

—¿por los ruidos?

Sara negó

—no, es solo que le he dado vueltas a un par de asuntos, nada importante

—bien, mueve el trasero, tenemos clase con Catherine

La ojigris sonrió

—¿te pone feliz estar con Catherine?

—no. — hizo una mueca de asco, era obvio que mentía

—pensé que si, como vi que sonreiste

—no sonreí, bueno si, pero no por que me de gusto estar en su clase. Es solo que tengo un par de travesuras en mi cabeza

—¿que tipo de travesuras?

—de aquellas que no puedes decir en voz alta

Lauren la miro extrañada, pero no dijo nada, la tomó del brazo y comenzaron a caminar rumbo al salón, en cuanto entraron, Catherine le echo una mirada de advertencia a Sara, quien solo asintió con la cabeza.

La clase dio comienzo y como Sara sabía que Catherine leía lo que pensaba, comenzó a recrear escenas sucias en su cabeza, en donde su profesora y subdirectora era la protagonista.

Catherine de vez en cuando apretaba las piernas, claro, la vieja confiable.
Cuando la campana sono, Catherine le habló a Sara

—señorita Walker, usted se queda

Lauren miró con el ceño fruncido a Catherine

—no ha hecho nada. — la defendió

—a usted nadie le habló, retirese

La chica hizo caso y dejó a Sara en aquel lugar

—no tienes que pensar obscenidades, engendro del diablo, no está bien que me provoque

—pero no pensé nada malo. — Sara se balanceo entre puntillas y posó sus manos atrás de su espalda, haciendose la inocente

—no Juegues tu papel de ángel conmigo, Sara, no está bien que haga eso

—no voy a disculparme por tener fantasías, ¿a caso usted no tiene imaginación?

—los demonios no imaginamos, simplemente lo hacemos

La ojigris hizo una mueca de satisfacción y mordió su labio

—eso me parece bien. — habló divertida y se acercó a su profesora —sabe querida maestra, he fantaseando con besarla y follarla, creo que merezco un castigo

Catherine abrió y cerró los ojos, la lujuria comenzaba a nublarle el juicio

—vete de aquí Sara

La chica se retiro del salón y comenzó a reír. Lauren, quien la había esperado, la miraba de manera extraña

—¿que te traes con la profesora Catherine?

—nada, cosas celestiales. — junto sus manos y se percino, haciendo reír a su amiga

—eres un caso aparte

—me lo han dicho

La directora iba en el pasillo, estaba buscando a la peliazul

—te hablan. — le anuncio la señora con cabello canoso

—¿Quienes?

—vamos a dirección

ENTRE PAREDES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora