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—A veces para encontrarte, primero tienes que perderte. — Anne quién se fumaba un cigarrillo en el jardín del internado, aconsejaba a Sara, quien arrancaba el pasto

Habían pasado tal vez dos o tres semanas, quizá hasta más, el tiempo ya no era tiempo, no tenía significado para Sara, de hecho después de lo de sus padres, la chica que entró al inicio, rebelde, dura, insensata y de más, había desaparecido

—no se si sea una metáfora, pero me parece una mierda. — rio por lo bajo Sara y arrancó más pasto, Anne inhala a tranquilamente el humo, como si aquello no estuviera mal

—eres una niña, Sara, prácticamente todos aquí son más viejos que nada, pasan del siglo. Menos yo, claro está

—¿cuántos años tienes?

—casi treinta

—eso no me dice nada

La pelinegra se encogió de hombros y siguió fumando, el día era bonito, el cielo estaba pintado de colores naranjas y rosados, parecía que en aquel día, Dios quería regalarles una obra de arte que les trajera paz, un poco de paz era lo que necesitaba cada una

—siempre te noto intranquila. — comenzó a decir Sara, tratando de encontrar las palabras adecuadas —no eres feliz

—creo que la felicidad es esporádica

—todo lo es

—la gente está obsesionada con la felicidad, creen que no puedes tener un mal día o una mala noche, creen que no puedes estar de mal humor. Quieren verte sonreír todo el tiempo o bromear, eso en ocasiones suele ser un poco abrumador

—¿ser feliz?

Anne negó y dio una calada más profunda a su cigarro

—la presión social Sara, yo me apresure a muchas cosas y por eso hoy tengo a Tiffany. — viró los ojos —creo que ella es mi Karma

—¿por qué lo dices?

—tuve a Tiffany a los catorce años. — inhalo un poco de aire —creí estar enamorada de Lucifer, ¿puedes creerlo?, es una mierda

—Tiffany, claro que lo es. — Anne empujó si hombro suavemente —¿crees que enamorarte de Lucifer fue un error?

La mujer de cabello azabache asintió lentamente, como si le costará aceptar aquello

—a los catorce años crees estar enamorado, pero no es así, simplemente vas experimentando nuevas sensaciones. Estar enamorado es algo complejo, hoy en día ni si quiera la ciencia puede explicarlo, digo te explican que liberas más dopamina y demás, pero no lo saben explicar más alla

—no entiendo, ¿a qué quieres llegar?

—yo era una niña, cuando vi a Lucifer por primera vez, me pareció el hombre más guapo del mundo. Incluso cuando el se presentó conmigo, aceptaré que si nombre me pareció patético, creí que el se autonombraba luficer, pero no fue así. — rio con amargura —creí estar enamorada de él, pero solo me atraía, su belleza era lo que tanto me cautivaba, no el

Sara asintió, dándole a entender que podía continuar

—luego nos acostamos, para ese entonces yo ya sabía que era celestial, todo fue demasiado rápido, incluso llegué a creer que era Amor. Pero uno no destruye a quien ama, lamentablemente el y yo nos destruimos constantemente, quizás sin quererlo o quizás queriendo, no lo sé, Sara, hay cosas a las que no les encuentro una respuesta

—creo que te apresuraste a vivir, no disfrutaste de tu vida por querer complacerlo. Así somos los seres humanos, es un ejemplo tonto, pero nosotras que somos mortales podemos entenderlo. Imagina que tienes mil euros o mil dólares o pesos, lo que tu quieras tener, y necesitas un abrigo por que hace frio, pero estas enamorada, así que en vez de comprártelo tu, se lo compras a la persona, aunque el o ella tenga diez abrigos, entregas todo por amor y te quedas sin nada

ENTRE PAREDES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora