Epílogo

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Habían pasado dos años desde que Catherine fue por última vez demonio, dos años en los que su amor crecía cada vez más y se hacía más fuerte.

—¿tienes todo listo?

Sara rebuscaba en su armario un diario

—no, dame un momento

—tesoro, muévete, perderemos el vuelo por tu culpa

—aún nos queda cuatro horas, no seas exagerada

Volvió a rebuscar en el armario, hasta que lo encontró

—¿me hiciste esperar por un estúpido cuaderno?

Sara la miró ofendida

—no es un cuaderno, es un diario. — viró los ojos

—bueno ya vámonos

Catherine tomó las maletas y salieron de aquel internado, Sara ya tenía veinte años, así que era completamente libre, sus padres aparecieron meses antes, pero la rubia se encargo de correrlos y decir que ella era quien se haría cargo de Sara y quien la apoyaría si lo necesitaba.
Catherine guardo las maletas en la cajuela y se monto en el coche, Sara le echo un vistazo a aquel lugar antes de montarse en el auto.
La rubia prendió el motor y se fueron rumbo al aeropuerto, Catherine se puso unos lentes de sol y comenzó a tararear una canción

—nunca creí que terminaría así

—¿como?

—contigo, eras mi profesora y subdirectora, tenías ciento veintitrés años y ahora resulta que ni si quiera me llevas tantos años. Es un poco irreal

—supongo que son o bueno, eran cosas de celestiales

Sara rio

—para mi nunca fuiste un demonio. — confesó —a pesar de que te vi convertirte muchas veces, siempre creí que eras un ángel, aun lo eres. Eres mi ángel

Catherine sonrió y tomo la mano de Sara mientras conducía

—que curioso, cuando te vi llegar al internado, también creí que eras un ángel

Ambas guardaron silencio hasta llegar al aeropuerto, les ayudaron a bajar sus cosas e hicieron todo lo que se hace antes de abordar, pasaron al sanitario y se besaron apasionadamente, incluso tuvieron sexo, la cosa que más caracterizaba su relación era el sexo, era lo que más destacaba y lo que mantenía siempre la llama viva, también el sexo las ayudaba a reconciliarse.
Se subieron al avión, cuando estuvieran sentadas entrelazaron sus manos y sonrieron ampliamente.

—voy a dormir, por que el vuelo dura muchas horas y estoy agotada. — anunció Sara mientras sacaba una pequeña manta y se acurrucaba en su asiento, se recargo en el hombro de Catherine y está sonrió

—vale, preciosa

—antes de dormir. — rebusco en su pequeño bolso y saco su diario —ten

Catherine frunció el ceño y sonrió

—¿tu cuaderno? — dijo para molestarla

—Es un diario. — le aclaró —ahora si, a mimir

Cerro los ojos y Catherine espero unos minutos a que Sara durmiera, para poder abrir el diario.
Cuando la ojigris comenzó a roncar, Catherine abrió aquel cuaderno negro

9 de enero
Mis padres me enviaron a un internado llamado "redentor", me gustaría pensar que lo hicieron por mi bien, pero se que en realidad querían deshacerse de mi.
La directora es una bruja, es anciana y muy estricta, su frialdad me dio miedo
La prefecta es un poco tonta, pero fue amable conmigo.
Conocí a una Rubia, alta, tiene los ojos azules y huele a mar, a playa, su aroma es muy dulce, pero su piel es muy fría. Me pareció preciosa, cuando estuvimos en misa, la directora me ordenó que fuera a lado de ella y yo obedeci, digo ¿Quien no quisiera estar a lado de tremenda diosa griega?

Catherine sonrió con dulzura y después beso la cabeza de Sara, continuó leyendo

Me percine al revés solo para hacerla reír, al principio creí que no se daría cuenta, pero ella estaba al pendiente de mi. Su risa es preciosa, como la de un ángel.

10 de enero
Catherine, se llama Catherine, y me caí encima de ella, gracias a Dios paso eso, sentí su frío cuerpo debajo mío y me excite, soy muy hormonal, pero es que ella es tan apetecible

Catherine rio y negó con la cabeza

2 de febrero
Resulta que es una demonio, me dio miedo, pero a la vez supe que era normal, digo, ¿como podría ser una simple mortal teniendo esa cara?

Catherine siguió pasando las páginas de aquel diario, en donde Sara explicaba poco a poco como se enamoro de ella. Sara la veía de reojo, observaba como sonreía y supo que había hecho lo correcto en darle aquel diario.

—lo escribí para ti sin saber que lo hacía, en los diarios se escriben las cosas más importantes que te pasan en un día y tu fuiste entrando en mi poco a poco

Catherine la volteo a ver con una sonrisa

—no te pediré matrimonio, ni te emociones. Aun soy muy joven como para arruinar mi vida. — bromeó —a lo que voy es que tu eres el amor de mi vida y no tengo dudas de ello

Catherine hizo un puchero y después beso los labios de Sara

—nos liberamos de esas paredes, de ese internado oscuro y horrendo, pero hay paredes internas y fue donde yo te encontré. Así que gracias por aparecer en mi vida, Mi ángel, gracias por demostrarme tu celestialidad y por abandonarla por mi, gracias por amarme

—gracias a ti por enseñarme a amar, eres la primer persona que me hizo sentir las dichosas mariposas. Contigo todo es genial, incluso respirar los malos olores de los humanos. — ambas soltaron una carcajada —valió la pena todo lo que hice por ti y te agradezco todo lo que tu hiciste por mi, por confiar en que podía hacer algo

—te amo

—yo te amo mas, tesoro. Y tienes razón, salimos de ese lugar, pero hay paredes internas y entre esas paredes nos hicimos una

El vuelo al final se hizo corto, entre recuerdos, anécdotas y planes a futuro.
Quedaba un largo recorrido para su amor, para ellas y para su nueva vida. Al final ese internado no fue tan malo, y Sara supo que regresaría miles de veces, sólo si se encontraba con su ángel.

 Al final ese internado no fue tan malo, y Sara supo que regresaría miles de veces, sólo si se encontraba con su ángel

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