Belleza Carmesí

EXTRA

Este extra, viene como regalo por las lecturas. Recuerden que el segundo libro, ya está
disponible en mi perfil.

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Extra: Embarazo.

Un copo de nieve en la madrugada. Un copo de nieve y ya todo West estaba completamente de blanco por el invierno recién llegado. Y así como había un recién llegado, pronto habría un recién nacido en la mansión Piers. Fallon estaba nerviosa en el baño de su habitación, se mordía los labios, su ansiedad estaba reluciendo y hasta respirar se le dificultó. Tomó bocanadas de aire, dio vueltas en el pequeño cubículo, se lavó la cara y los dientes. Esperó el tiempo correcto para fijarse en la prueba de embarazo y cuando lo hizo, todo el mundo pareció detenerse.

Dos líneas. Para estar segura, Fallon compró tres pruebas, y en las tres, todas daban una sola respuesta: positivo.

—Ay, mierda —murmuró, para sí misma.

Hace dos semanas que no llegaba su periodo y ella tuvo que tomar medidas drásticas. En esas dos semanas anteriores, pasó las noches agotadas por estar con sus esposos, el placer la estaba dominando y con todo lo sucedido, ella pensó en que no se estaban protegiendo. Al menos no con Feith o Edmon o... ni siquiera lo recordaba. Estaba tan conmocionada con lo sucedido, que no pudo ni siquiera levantarse del suelo. «Ok, esto es lo que pasa cuando follas. No hay problema, no es el fin del mundo» pensó, pero ese no era el problema verdadero. En su mente estaba una única pregunta: ¿cómo se lo iba a decir a sus esposos?

Tomó bocanadas de aire, salió del cuarto de baño y bajó las escaleras con las manos temblorosas. ¿Ellos estarían preparados? ¿Ellos preguntarían de quién era? ¿Ellos siquiera lo tomarían bien?

Los hermanos estaban en la sala. Tenían que hablar con algunos miembros de Genaes y también sobre algunos cambios en la mansión. Mientras ellos discutían, vieron a su esposa acercarse a donde se encontraban. Todos se quedaron confundidos, porque ella parecía encontrarse en un muy mal estado de salud. Eso alertó a los gemelos, quienes se fueron rápidamente hacia ella y la llevaron a que tomara asiento. Aunque... los gemelos, vieron que ella estaba completamente bien en el estado físico, lo que llevó a que se cuestionaran qué era lo que en realidad pasaba.

—¿Sucede algo? —Heath la observó.

Ella tenía la prueba de embarazo en el bolsillo trasero de su pantalón. Sintió que se estaba asfixiando y no pudo emitir ni una sola palabra. Pensó cómo podría decirles que ella daría vida a algo, que en su cuerpo iba a crecer algo que todavía era del tamaño de un arroz. Ella siguió en silencio, con la mirada perdida y con la boca seca. Un embarazo no es fácil, se debe tener en cuenta muchas cosas: dinero, padres, cuidado, alimentación, todo. No había problemas con eso, una de sus preguntas, era cómo sería decirle a su hijo o hija, que tenía siete padres.

—Yo... uhm... yo...

Feith intentó averiguar qué era lo que sucedía con su dama, pero no pudo leer nada en su rostro, era simple, ella estaba quieta... como uno de los tantos cadáveres que ellos ya habían visto a lo largo de su vida.

—Fallon, si no dices algo más que monosílabos, no podemos ayudarte —Feith frunció el ceño—. ¿Fallon?

—Yo... es que yo... bueno...

—¿Estás enferma? —Roman sacó sus implementos de medicina, no iba a permitir que su esposa se enfermara y ya estaba de camino a ella—. ¿Cuáles son los síntomas?