Los peones le sirven al rey y la reina, la pregunta en esta historia es: ¿Quiénes son los portadores de esos títulos?
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Un pueblo escondido, repleto de mentiras y secretos.
Una familia que era obviamente el peligro presente.
Una chica ingenu...
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Narrador omnisciente
En las paredes que se encuentran detrás de la mansión, no se escuchan los gemidos de dolor y mucho menos los gritos que quedan ahogados por la sangre que se le acumula en la boca de la persona. Un miembro de Genaes es confundido con la pelirroja —si supieran que Fallon está atada de manos y pies, sufriendo, pero no precisamente de dolor— y esta termina muerta. El que la atacó hace unos minutos, se da cuenta de que no es ella y se enoja por fallar. Las órdenes son claras, pero él está jugando como un idiota. «Si no la mato, me matarán a mí» se queda viendo el cuerpo, no le dirán nada, pero preguntarán quién es y qué hace aquí. Se arregla el traje, limpia su instrumento filoso y sale como si nada, pero también con un único objetivo en mente.
En el jardín, otros ya están ebrios de tanto alcohol. Al contrario de todos los Piers, quienes podrían toma un barril de cerveza y seguir de pie como el tronco fuerte de un árbol. Algunos prefieren dormir en el césped, otros se van a dormir a sus autos y otro tienen la osadía de pedir a Zillah una habitación para descansar. Obviamente, ella cede y son cuatro personas las que entran a las habitaciones del piso de arriba. Escuchan gemidos de otro cuarto, pero la borrachera no les da para quedarse a escuchar.
Mientras algunos aún participan en los juegos de la mansión, Fallon tiene las muñecas bien sujetas a la cama. Imposible de moverse. Sus tobillos se encuentran de la misma forma, es como si ella estuviera tiesa, ya que Roman no deja que se mueva y ella sólo se deja llevar por las olas de placer que este le da con besos y caricias —besos donde su labio es succionado con fuerza y caricias al grado de dejar roja su piel tan blanca—; está perdida por todo y disfruta estarlo.
Greyson pudo ver como ella se iba con su hermano y, en un punto, hasta se imaginó matando a su propio hermano. No distinto de ahora, que empieza a empinarse tragos y visualiza la sangre en sus dedos. «Sólo la cuidamos, sólo la protegemos, eso no importa » piensa mientras ve como su gemelo está en el mismo estado que él. La punzada de los celos le entra y es que él pensaba —al igual que Heath— que podría alejarla de sus hermanos, antes de que la dañaran. Lástima, ellos no la están dañando, ya que se podría pensar que es al revés.
Cyrus debate con sus pensamientos «¿Es atracción sexual como con otras chicas o es que pasa algo más?». Los gemelos nunca se han enamorado —ninguno de los siete hermanos en realidad—, por lo que es difícil entender que es lo que a ellos les atrae de Fallon. ¿Su valentía? No. ¿El cambio que tuvo? Tampoco. ¿Lo hermosa que es? Mucho menos. Ella tiene algo que atrae como abejas con la miel, pero no tienen muy en claro qué. En el fondo, la respuesta reluce como moneda de oro. A ellos nos les atrae nada de los demás, lo que ellos ven en ella es el rastro de humanidad que posee. Ella tiene empatía y sentimientos, los ha demostrado con ambos y eso es lo que les gusta de ella. No es fría como sus hermanos, ella llegaría a hacerte sentir bien si lo necesitas.
—Creo que me gusta Fallon —un Cyrus un poco ebrio confiesa—. No es su cabello, tampoco sus ojos, es su personalidad y... creo que estoy celoso de Feith, Roman y Heath.
