Prólogo

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Cielo

(eres un ángel)

—¿En qué momento se derrumbó todo? —pregunté con un nudo en la garganta—

Deje que ellos me consumieran, incluso pensé que habría un futuro, uno para los tres. Pero la realidad golpeo a mi puerta, somos jóvenes y no teníamos ni idea de la vida.

—Oye, mírame, todo va a estar bien. —me dijo tomando mi rostro en sus manos—

—¡¿Por qué no me dijiste eso?! —me altere—

Todo lo que pensé o todo lo que empecé a sentir ya ni sabia si valía la pena.

—No sabía cómo. —dijo tomando mi mano—

—¿Por qué ocultarme todo eso?, dejaste que creyera todo lo que nunca debí creer.

—Tenia que hacer que pase y si te lo decía.... si yo te decía.... Ibas a salir de nuestras vidas, de mi vida y eres lo único bueno que nos ha pasado.

—No, claro que no. Que es esperabas, ¿que los salvara? —hablé con mi voz quebrada—

—Y lo hiciste. —admitió—

—Si. Pero.... ¿Quién me va a salvar a mí?

No podía más, yo estaba perdida, ubo un momento en mi vida que sabia lo que quería, pero ahora.... no tenía ni más remota idea.

—Déjame intentarlo. —suplico—

—No se puede.

Sacudí mi cabeza en negación una parte de mí no quería aceptarlo.

—¿Recuerdas lo dijiste? —le pregunté soltándome de golpe de su agarre—

El sacudió la cabeza en negación. Todo mi cuerpo se congelaba, no sé si era por el viento, pero todo mi cuerpo estaba frío.

—Hasta el ángel más bello se convirtió en un feo demonio. —le recordé—

Es hora de dejarnos ir, aprender con un dolor en el corazón lo que es vivir sin ti.

—Lea...

—Ya no puedo despedazarme... —sentí como una lagrima empezó a derramarse—

—Dilo. —pidió viéndome a los ojos, esos hermosos ojos—

—Terminó.

En ese momento mi corazón se rompió, me encontraba en lo mas profundo, pero era lo mejor. Dolía de una forma que aliviaba.

Le di la espalda y empecé a caminar, donde ella me esperaba con total decepción.

—¿Puedo pedirte algo? —me detuve cuando escuché su voz de nuevo?

Me volteé para mirarlo y asentí la cabeza.

—¿Rezarías por mi alma? —me miro con tristeza, le dolía tanto como a mi—

—Rezaré por el alma de los tres.

Ellos fueron mis ángeles. 

Uno con la luz más brillante y el otro con la más oscura.

Me subieron al cielo, pensando que seria duradero.

El cielo no es tan eterno como dicen....

Cielo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora