Capitulo 13

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Sígueme en esta noche y respiremos el mismo aire, arrástrame hacia tu oscuridad porque quiero perderme en ella, un rojo de pasión que nos une y nos consume. Toma mi cuerpo y hazlo tuyo porque por ti ahora creo en los ángeles.

Bueno aquí estoy en medio de dos guapísimos chicos a cuáles les gusto o simplemente están jugando conmigo. Algo que aprendí es de que me enseñaron que debo ser más lista que el hombre, yo necesitaba respuestas poder entender lo que estaba pasando. Me siento muy confundida, ¿me atraían los dos? ¿Cómo es eso posible?

Demonios. Simplemente la idea de probar a ambos ángeles es tan tentadora y no sé si pensar así está mal o bien.

—Llegamos señoritas. —dijo Daniel y me hizo aterrizar en el planeta—

En cuanto nos bajamos del coche pude ver de nuevo la hermosa y enorme casa de Fernando, su casa era de tres pisos y con un jardín enorme. En su patio había un jardín bien cuidado y recortado, en el fondo estaba el parrillero y también algunas mesas. Por dentro su casa era muy ordenada y espaciosa, la cocina era lo bastante amplia y tenías una linda vista hacia el jardín porque sus puertas eran de vidrio. El segundo piso es donde estaban las habitaciones y en el último estaba un cuarto en especial. Un cuarto de cine, había una tele muy grande y unos sillones muy cómodos. Cuando íbamos a su casa todos parábamos ahí cuando había fiesta estábamos en el jardín.

—Chicas pasen!, están en su casa. —dijo Fernando abriéndonos la puerta para dejarnos pasar—

Fernando estaba sacando los parlantes para la música, eran dos enormes parlantes.

—No quieres que te ayude en algo? —le pregunté estando en la cocina con el—

—Me ayudas sacando unas cuantas botellas si non es mucha molestia, ya sabes donde están. —me respondió con una sonrisa y yo asentí—

Me dirigí a la sala porque sabia donde las guardaban, ellos tenia un estante en un rincón con variedad de bebidas alcohólicas. Tomé las que podía y me dirigí hacia la cocina.

—Te ayudo? —pregunto Majo llegando hacia a mí, lo que significaba que ya habían llegados los hermanitos Liverman—

—Saca estas afuera y yo iré por dos más. —le respondí dándole las botella para luego volver por dos más—

Volví a la sala por dos mas y en eso me encontré a Rowan hablando con Caro, se veían tan cómodos hablando como si se conocieran de años. Sentí un no sé qué al verlos, pero no debo dejar que se note. Pase junto a ellos y no los mire. Tome dos botellas mas y al voltearme ellos se estaban riendo, Caro siempre fue muy sociable así que trate de no darle importancia.

—No quieres ayuda Lea. —dijo Rowan de tras de mi y me voltee para responderle—

—No esta bien puedo sola. —respondí, pero mirando hacia atrás—

Pero al darme la vuelta me choco con el otro hermano y casi se rompe una botella, por suerte Kyan la atrapa y evita un desastre.

—Carajo. —murmullo entre dientes—

—Cuidado, el Ron es uno de mis favoritos. —responde con una sonrisita coqueta—

—Prefiero el Tequila. —digo mirando esos ojos tan hipnotizantes que me consumen y por eso los odio—

—No sabía que tenías esos gustos Lea Grymes.

—Y a ti que te importa. —le digo sonriendo—

Cielo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora