Capitulo 22

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Fuiste el ángel que me encontró en esa oscuridad. Uno con alas rotas, porque hasta los ángeles lloran.

Lea

Llegue del colegio aburrida pero feliz porque ya era viernes. Al abrir la puerta de mi casa escuche como dos personas estaban discutiendo, se podía oír como ambos estaban alterados.

Dios que no sea lo que estoy imaginando.

Repetía en mi cabeza mientras me dirigía a la sala. En cuanto mas me acercaba mas se fuerte los oía. Mi corazón se estaba acelerando, empecé a reconocer las voces y supe a quienes les pertenecía.

Mi madre y padre.

Estaban discutiendo en la sala, me preguntaba ahora porque estaban discutiendo, porque no pueden hablar tranquilos sin gritar o sin tener las ganas de lanzarse algo a la cabeza del otro.

—Hola ma. —salude a mi madre, —Hola pa. —mire al otro lado para saludar a mi padre.

—Hola hijita. —me devolvió el saludo mi papá.

—Hola Lea. —saludó mamá con la voz agitada de tanto discutir.

El ambiente se sintió tenso e incomodó. Tenia que salir de ahí, ya no quería estar en medio. Ellos tenían la costumbre de ponerme en una situación difícil cada vez que discutían.

Era insoportable.

—Tengo tarea, subiré a mi cuarto. —dije y les di la espalda para poder irme los más rápido a mi cuarto.

Mientras subía las escaleras volvieron a su discusión. Casi siempre peleaban por lo mismo, que mi padre no pasa tiempo conmigo, que me hace a un lado desde que esta con su novia, que mi padre no le envía el dinero que le corresponde cada mes para mis gastos, en pocas palabras peleaban por lo mismo que pelean todos los padres divorciados.

Entre a mi cuarto y empecé a sentir una especia de tristeza.

Cada vez que los escuchaba discutir me ponía así y no sabía por qué. Los recuerdos volvían, todas la veces en donde ellos discutían, la vez que mi madre y yo descubrimos su infidelidad. Las cosas horribles que se dijeron ese día.

El momento en el que enfrente a mi padre.

—¿Te vas a ir o te quedaras? —lo mire a los ojos con la vista nublada.

Silencio de su parte.

—¿Dime a quien vas a elegir?

El se levanto de su silla, ni me miro, paso por mi lado y se fue. Escuche el sonido de la puerta cerrarse, mi corazón se rompió en ese momento, una lagrima recorrió mi mejilla.

Mi padre tomo su elección y yo no fui a quien escogió.

Volví a la realidad y me di cuenta que estaba en mi cama recostada, llorando en silencio. Hace tiempo que no me pasaba esto, pero los recuerdos duelen tanto. Después de un rato mi padre subió a mi cuarto, seque mis lagrimas y me tranquilice mirándome al espejo, no quería que sepan que estuve llorando.

Dos golpes en mi puerta se escucharon y deje que mi padre pasara.

—Ya me voy, hablamos otro día. —dijo despidiéndose con un beso en mi frente.

Una parte de mi quería abrazarlo, enserio que quería, pero había algo que no me lo permitía.

—Adiós papá. —dije con total frialdad.

Cielo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora