Cielo (En Proceso)

Capitulo 26

La confusión de no querer sentir algo por los dos ángeles, es el cielo o es el infierno. Pero no puedo estar en ambos.

Lea.

Recuerdo como conocí a Daniel, jamás pensé en la vida que él se volvería en la persona en la que más confiaría. La primera impresión que tenia de el era solo comentarios negativos de una compañera, cuando me percate de su presencia en el mismo salón, solo pensaba que ese chico traería solo problemas y que de seguro me caería mal.

Pero paso todo lo contrario, poco a poco conocí más a Daniel, era gracioso, honesto, protector y leal a los suyos. Su amistad es de mis favoritas, hubo una vez que lo llame desesperaba y muy triste. Mis papás estaban discutiendo de una manera horrible, tuve mi primer ataque de ansiedad no tenía la menor idea de que hacer. Mi cuerpo temblaba y mi respiración se agitaba.

Escape. Si, directo a casa de mi tía, ella me recibió con los brazos abiertos, pero estaba destrozada en el punto mas bajo. El me escucho por el teléfono por horas hasta la última lagrima, me escucho por días, luego de regresar a casa el venía a verme.

No a cuál quiera llamamos cuando todo nuestro mundo se desmorona, no es fácil dejar que cual quier persona nos vea llorar, la mayoría de la gente piensa que si los demás te ven lloran verán tu lado más débil y sabrán que eres un blanco fácil.

"Nunca dejes que los demás vean tu sufrimiento"

Daniel nunca fue bueno en la escuela se esforzaba, pero no era suficiente, eso lo deprimía y cuando veía que no podía hacer nada eso lo derrumbaba. Pero nadie mas veía eso, no pensábamos que el tenia más problemas que nosotros porque siempre estaba ahí para hacerte reír, brindándote su amistad incondicional. Su vida no era estable como debería ser, tener a alguien que piense que nunca podrás hacer nada te afecta y a el le afectaba.

Estoy orgullosa de como está ahora, él está logrando salir adelante a pesar de todos los obstáculos que tiene en su vida sigue luchando. Eso lo hace fuerte. El que pelee por lo que quiere y que nada lo detenga.

—Casi llego tarde, —le digo a Nat quien estaba sentada a mi lado— ¿Quién es él? —pregunté al notar la presencia de un compañero nuevo.

Hace 4 años en química me percate del chico nuevo en mi salón, Daniel estaba sentado atrás, un pantalón azul oscuro, zapatillas deportivas y una chompa ancha de color negro. Su piel morena y su cabello con corte militar y una pulsera de hilo en su mano derecha.

—No sé, pero solo sé que Niki lo conoce desde primaria.

—¿Cómo se llama? —pregunte con curiosidad.

—Daniel.

—¿Le hablaste?

—¡No!, Niki dijo que cuando eran niños era una pesadilla y la hacía renegar.

—Niki reniega por todo.

—Era un niño incontrolable. Pero al parecer regreso.

—Veremos si causa más problemas con los demás chicos. —termine la conversación.

Que recuerdos.

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Daniel seguía parado y me ponía nerviosa, no expresaba nada solo se quedo ahí con las manos en sus bolsillos. Pero que hacia el tan tarde por aquí. Ninguno decía nada, yo estaba como una estatua, Kyan solo incomodo y Daniel estaba parado hasta parece que ni respira.