Cielo (En Proceso)

Capitulo 15

Había escuchado que cuando vas al cielo tienes que subir por unas escaleras y así poder llegar al paraíso. Quien diría que conocí las escaleras que me llevaron al cielo, ¿Qué las hacia especiales?, que una noche subí por ellas y fue como estar en el paraíso. Uno que me hizo conocer un ángel con apellido Liverman.

Le escribí a mamá para decirle que me quedaría dormir con Nat, gracias a Diosito que ella no se enojó y me dijo que no había ningún problema. Decidí llamar a Nat y avisarle lo que estaba pasando, pero en cuanto la llame no me contesto eran aproximadamente las 12 de la noche, así que como no obtuve respuesta le escribí y le dije que si preguntan me estoy quedando con ella.

Me costó dormirme, me quede despierta mirando la ventana por un largo tiempo no paraba de pensar en lo que me dijo Kyan, ambos escogían una chica que les gustaba y se la cogían. Tenía muchas preguntas, pero había una que me daba más intriga. ¿Las cogen al mismo tiempo o por separado?

Pude dormir un rato, pero luego desperté de golpe, agarré mi móvil y vi que eran las 3:00 a.m. todavía estaba oscuro, así que como me desperté decidí ir al baño, pero como iba a encontrar el baño en una cabaña tan gigante.

-Si fuera una baño en donde estaría? -me pregunté en voz baja-

Empecé a recorrer el pasillo en busca del baño, llegué hasta las escaleras que llevaban al tercer piso, pero me dio miedo subir. Más adelante encontré una puerta, faltaría que el sea la habitación de Kyan y no el baño.

-Que sea el baño, que sea el baño, que sea el baño. -suplique-

Abrí la puerta y no era el baño, ni tampoco era el cuarto de Kyan, era una habitación de ¿quién? no tengo ni la menor idea. Cerré la puerta y maldije.

-Mierda! ¡Y donde rayos está el baño! -me queje-

Escuche como una puerta se abrió y ahí me di cuenta que me queje en voz alta y fuerte. Lo suficiente para despertar al ángel Liverman.

-Qué demonios haces Lea? -pregunto acercándose a mi-

Solo tenía los pantalones de su pijama y estaba sin polera dejando a la vista su abdomen que era imposible no mirar, su cabello oscuro despeinado y sus ojos azules siendo la única luz en el pasillo.

-Te desperté? -pregunté avergonzada-

-Aquí y en Narnia. -respondió-

Estaba oscuro, pero podía notar esos ojos azules mirándome fijamente.

-Perdón es que no encuentro el baño.

-Ven y usa el de mi habitación. -me dijo y me guió a su habitación-

Al entrar vi una ventana enorme, una cama de dos plazas, un televisor grande y no estaba desordenada, cerca de la ventana estaba la puerta que era del baño, Kyan me la enseño y me dejo pasar.

El baño era espectacular, la ducha totalmente amplia hasta el inodoro se veía cómodo y el espejo era grande al igual que el lavamanos todo se veía super fino y caro. Me la ve las manos y la cara y Sali del baño, encontré a Kyan sentado frente a la ventana viendo sin rumbo fijo.