Capitulo 23

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Quiero creer que es el cielo, pero no es perfecto y ninguno de nosotros lo es. 

Lea

Estaba con mi mamá ayudándola a cocinar, íbamos a almorzar juntas como todos los domingos, estaba más tranquila, aunque podía ver que sus ojos estaban hinchados, seguro lloro todo la noche. Yo pase la noche con Kyan así que por un momento olvide mi realidad, todo estaba tranquilo, estábamos juntas hablando un poco y de pronto su celular comenzó a sonar.

Mi corazón se sobresalto al escuchar el sonido, ella contesto y se fue a su habitación, no quería que escuche la conversación y de seguro era por que mi padre le había llamado. Pensé que no discutirían, por un momento pensé que podrían tener una conversación normal y tranquila. Pero no, se alteró y empezó a enojarse.

La escuchaba, aunque estaba en su cuarto. Me preguntaba de que estarían peleando.

—¡Cabrón! —maldijo y fue lo último que escuche.

Con mi madre había aprendido nuevos insultos. Porque siempre se la pasaba insultando a mi padre. El más usado era" cabrón". Después de su discusión bajo y en la cara se notaba que le afecto, se quedo en silencio. El ambiente se sentía pesado e incómodo no sabía que hacer, nos sentamos a la mesa a comer y solo nos miramos. A penas toque la comida en cambio ella comió rápido, se levanto de la mesa y tomo su teléfono. Se escribió con alguien. ¿Con quién?

Lavo su plato y subió rápido a su cuarto encerrándose, me quede sola en la mesa y ya no tenía hambre. Levante mi plato y lo guarde, comería en la noche. Me dirigí a mi habitación ya que tenia tarea, antes de abrir mi puerta un sonido de un vidrio rompiéndose me alarmo, me di vuelta y entre de golpe a la habitación de mi madre.

—¡Mierda! —maldijo, su espejo que estaba colgado en su pared en forma redonda se cayó.

—¿Estas bien? —le pregunte acercándome.

—No te acerques, te lastimaras. Yo limpiare esto, no te preocupes. —me dijo.

Quise ayudarla, pero no me lo permitió, noté que se estaba cambiando, iba a salir y no se adónde. Se notaba que estaba molesta y triste.

—¿Saldrás? —le pregunté.

—Si, no volveré tarde.

—De acuerdo....

Sali de su cuarto y me fui al mío. Sabia lo que estaba pasando, ella quería desahogarse, pero iba hacerlo de la manera menos preferible, solo pido que tenga cuidado y que no le pase nada.

Necesito a mi madre.

Ella vino a despedirse y me dijo que no me preocupara. Escuché el sonido de su auto arrancar, me sentí sola.

Todo por culpa de mi padre, el tiene la culpa de todo, la lastima. Nos lastima, no le importo, solo esta su estúpida mujer y el. Ya no encajo en su vida.

—¡Te odio! —grité tomando la foto que tenia de mi padre y yo. Una que nos tomaron es su cumpleaños antes de que se divorcien.

Tomé la foto y lo lancé contra la pared, el sonido del vidrio rompiéndose, desgarrando la pared. La foto cayo al suelo y así como el vidrio se rompió, también se rompió mi corazón. Caí al suelo rendida y me arrastré hacia la foto, la tome en mis manos y la observe.

Mis lagrimas empezaron a caer mojando un poco la fotografía que tenia entre mis manos. Sentí un dolor que jamás había experimentado, llevé la foto a mi pecho y comencé a llorar.

Cielo (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora