Capítulo 2

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Annie.

En el camino a casa, Andrea se dedica a hablar con su novio por teléfono y yo tan sólo pienso en si ha sido buena idea aceptar en ir a tomar unas copas, en un sitio que, posiblemente, esté lleno de gente.

Me asusta.

-¡Ya estoy aquí! -grito para avisar, dado que no sé dónde está mi padre.
-Cenamos y nos duchamos -añado, mirando a mi amiga, la cual asiente.

-Estamos aquí -escucho la voz de Yoa. ¡Mierda, se me había olvidado!.

Vamos a la cocina y los veo, mi padre sentado en la mesa y Yoa terminando de hacer unos filetes.

-¡Hola flores! -saluda mi amiga enérgicamente y se sienta a un lado de la mesa. Yo voy a la nevera y cojo una botella de agua de cristal. Estoy sedienta.

-Hola cielo ¿te quedas a cenar? -le pregunta mi padre.

-Sí, pero si os viene mal me voy a casa y luego vuelvo -ambos adultos niegan con la cabeza.

-Sabes que dónde comen tres, comen cuatro -le responde Yoa.

Bien, tengo que disculparme.

Dejo la botella en la nevera de nuevo y rascándome la mano un tanto nerviosa, me pongo al lado de mi amiga ex-presidiaria.

-Yoa... Quiero pedirte disculpas por lo de al medio día, he exagerado las cosas y...

-Tranquila mi niña, estás perdonada. Te entiendo muy bien. -saca los filetes poniéndolos en un solo plato y me acaricia la mejilla -Sé que no eres mala chica.

Asiento y le sonrío.

Comenzamos a cenar los cuatro, hablamos animadamente y les cuento que esta noche salgo, lo cual les agrada bastante. También hablamos sobre la clase de boxeo de hoy, riendo por cómo exagera Andrea,según ella pensaba que iba a morir y aun así, tiene ganas de irse de fiesta. ¡Menuda es!. Luego pasamos ha hablar sobre navidad, que aun quedan tres meses, pero planeamos cenar todos juntos, puesto que es la primera navidad en tres años que paso con ellos.

-¿Qué hora es? -pregunto, ya que hace un rato que hemos terminado de cenar, pero los cuatro estamos muy cómodos y animados hablando.

-Las... -mi padre mira el reloj de su muñeca. -Once.

-¡Coño! Vamos Andrea, tenemos que ducharnos y ver que nos vamos a poner -practicamente, tiro de ella y subo las escaleras como alma que lleva al diablo.

No me estoy en subir a la habitación, voy directa al baño, donde nada más entrar y cerrar la puerta, me desnudo.

-Ya sé que quieres algo conmigo pero... ¿No crees que deberías invitarme a cenar a un restaurante y marearme un poco? -dice divertida.

-No hay tiempo para mareos. Quítate la ropa y entra a la ducha. -enciendo el agua y ansiosa espero a que se caliente.

-Vale vale... No me mates -se ríe, pero a mi no me hace una pizca de gracia y ella, se da cuenta. -No quería...

-No te preocupes, tengo que relajarme más. -le digo, porque es la maldita realidad. No tengo por qué tomarme todo tan a pecho.

Entramos las dos a la ducha, turnándonos para mojarnos. Le indico que extienda la mano y le echó un buen chorro de champú en el la palma de la mano, después lo hago yo y me enjabono el pelo.

-Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece... -dice. -Te lo había visto, pero como las letras son pequeñas y cursivas no me había detenido para leerlo. ¿Qué quieres decir con eso? .

Amándote. 2°parte de MCDCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora