Justin.
Y así es como quiero despertar todas las mañanas de mi vida. Junto a ellas.
No cambiaría por nada este momento en el que ambas hacen el intento de hacerme cosquillas, provocando mi risa y mirarlas con adoración, con amor infinito. Y no las detengo, no quiero hacerlo.
-¡Meredith! -grita mi pequeña, en el momento que se acuerda de la gata, lo cual me hace soltar una carcajada.
Sale corriendo de la "guarida mágica" como ellas mismas le han llamado y me quedo mirando el perfil de Annie. Tiene una sonrisa de oreja a oreja, los pelos alborotados pero aún así, ante mis ojos,es la mujer más guapa que haya podido ver en toda mi puta vida.
Alzo un brazo y estirando la mano, acaricio la piel suave y cálida de su mentón con cariño, pensando en lo gilipollas e imbécil que fui al no llevarla conmigo cuando salí de la cárcel. He estado durante años torturándome por lo que hice, por tratar de olvidarla, y es que, lo único que he conseguido con eso, es amarla con más intensidad.Gira la cabeza para mirarme. Nuestras miradas se encuentran,me absorbe, me ilumina, me enamora más con la electricidad que provoca en mi cuerpo, de sus ojos verdes.
-Buenos días. -dice, con una sonrisa, sin apartar los ojos de los míos.
Le devuelvo el gesto y cuelo mi mano con lentitud en su nuca, sin dejar pasar cada poro de la piel de su rostro. Quiero sentirla en todos los aspectos posibles, jamás me cansaré de ella, porque sé que esperarla todo este tiempo no ha sido en vano Porque esta hecha única y exclusivamente para mí.
La atraigo hacia a mí y la beso, sin querer esperar un segundo más. -Buenos días. -murmuro, en sus labios a la par que acaricio su cuello.
Es entonces cuando entra Amanda y se tira encima de mí. Me quejo por el lebe dolor y ella pone cara de angelito. Después, la miro de arriba abajo buscando al gato y, como ella se da cuenta, me responde a la pregunta no formulada:
-Ya le he dado el biberón, se ha quedado dormidita. Tengo hambre papá. -añade, frotándose la tripa.
Asiento y me inclino para dejar un beso en su frente y después, salir de aquí.
_
Dejo a Amanda en el salón con el profesor particular, cuando llegamos a casa. Subo a mi habitación, entro al baño, abro el grifo de la ducha y me quito toda la ropa mientras el agua se calienta.
Cuando entro y el agua caliente cae sobre mí, cierro los ojos y suspiro, sintiendo el alivio que provoca el calor en mi cuerpo. Tengo la cabeza demasiado agotada, necesito un descanso, pero no puedo tenerlo, debo de acabar con aquella persona que no deja de irrumpir en mi trabajo. Ya después, tendré todo el tiempo del mundo para tomarme un tiempo y despejar la mente.
Envuelvo mi cintura con una toalla blanca de algodón, y salgo del baño. Una vez que me he secado, me pongo unos bóxers y un traje azul marino con camisa blanca y corbata negra.
Entro junto a Hilary al gimnasio, saludamos al personal y ella se va hacia la sala de spinning y yo, hacia el despacho, dónde había quedado con Dylan a las diez de la mañana.
-El intercambio de anoche fue sobre ruedas. -dice, nada más verme entrar dejando a un lado el papeleo que tiene entre las manos, que supongo que son los de este local.
Asiento y me siento en mi sillón, pensando en la persona que puede ser el topo que nos delata en cada negocio gordo que hacemos. Porque nosotros creíamos que eran estos dos chicos, ya que son los nuevos que entraron hace un año y todavía no hay mucha confianza en ellos, pero, el que ayer saliese todo bien, nos ha demostrado que estábamos muy equivocados.
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Amándote. 2°parte de MCDC
RomanceDespués de dos años bastante complicados, Annie Hope se encuentra fuera de la prisión y, aunque han transcurrido cuatro años desde que no vivía su antigua y normal vida, intenta por todos los medios adaptarse. Lo que ella no sabe, es que las cosas n...