Annie.
En cuanto veo a Max, de pie frente a la cama, dando toquecitos con el pie en el suelo y con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones caídos, estoy que salto de la alegría. Phil me quita las esposas, me recuerda que tenemos una hora y se va cerrando la puerta tras de sí. Le sonrío a mi amigo. Me sonríe y no dudo ni un momento en correr y saltar para abrazarlo y darle millones de besos en la cara. Max, como está acostumbrado, sólo ríe y entre risas me dice que se alegra de verme también.
Cuando por fin me bajo de sus brazos, ambos, con la sonrisa dibujada en la cara todavía, nos sentamos en la cama.
-¿Cómo estás? ¿Y papá?. -pregunto rápido.
-Se está recuperando muy bien,Annie. Ya puedes estar tranquila, aunque el proceso es lento, lo va a superar. -pone una mano en mi rodilla y le da un apretón reconfortante. Sonrío alegre
Me alegro, me alegro muchísimo de que esté recuperándose, es un gran alivio. El día treinta de octubre, fue ingresado en el hospital, en el cual asistí yendo escoltada por cuatro guardias y esposada, ahí nos enteramos todos de que papá tenía metástasis. Al igual que me enteré de que tiene una relación con Yoa, mi querida Yoa.
Habría dado lo que fuera por haber podido estar junto a él en todo su proceso de recuperación, pero me temo que no voy a poder y eso, me destroza. Quiero que sepa que yo estoy con él, que yo lo ayudo en lo que esté en mis manos, que siempre voy a estar para él.
-¿Y tú?. -pregunto, con una ceja alzada.
-Bien...-murmura y mira hacia otro lado como cuando está ocultando algo. Abro los ojos como platos y chillo:
-¡Cuéntamelo ya! ¿Otra vez os habéis enrollado?.
Se muerde el labio, juguetea con sus pies y gira la cabeza para mirarme. Ya lo creo que ha vuelto a ocurrir.
-Yo no sé qué me pasa... A mí... Las mujeres no me gustan, pero... Pero ella... Tiene algo... -dice, de lo más confuso, pasándose las manos por el pelo.
Unas cuantas semanas atrás, me contó que había tenido un desliz con una chica, pero no cualquiera... me la describió, después me dijo cómo la conoció y me contó como ocurrió.
-Pero...Max...¿estás seguro de que no eres bisexual?. Tú me dijiste que nunca habías estado con una chica y a lo mejor... -me interrumpe.
-Annie, te he metido mano millones de veces y no he sentido nada,así que estoy seguro de que no me gustan las mujeres -hago una mueca, ¿qué tengo de malo? No es que sea una chica diez, pero tengo lo mío -. Oh, no, no me pongas esa cara, muñeca. Eres preciosa y soy consciente de que eres un partizado, pero Hilary... Yo no sé que tiene que cada vez que la tengo cerca, mi lado hetero, sale.
-¿Me estás diciendo que solo te gusta,Hilary?
Asiente: -Así es. Única y exclusivamente ella -resopla. La amiga de Bieber lo trae de cabeza desde que la conoció gracias a mi ex compañero de celda, en aquel bar nocturno, y de eso hará un mes. Un mes llenos de altibajos por parte de Max, está confuso, descolocado e ilusionado por esa chica, porque se le nota a la hora de hablar de ella. No me ha dicho ni una sola cosa mala de ella. -. Cambiemos de tema, por favor.
Asiento y pregunto de nuevo: -¿Cómo está Andrea?
Tan sólo hablar de ella, me dan escalofríos. Lleva varios meses siendo tratada en un psiquiátrico de máxima seguridad. Siento muchísima lástima por ella, me da pena que tenga que pasar por esa situación, pese a que me culpe a mí por todo ello, pero como la quiero y sé que su cabeza no funciona bien, no se lo tomo en cuenta y nunca será así.
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Amándote. 2°parte de MCDC
RomanceDespués de dos años bastante complicados, Annie Hope se encuentra fuera de la prisión y, aunque han transcurrido cuatro años desde que no vivía su antigua y normal vida, intenta por todos los medios adaptarse. Lo que ella no sabe, es que las cosas n...