Solo tú

La voz del corazón

Residencia Ardlay.
Chicago, Illinois, USA.

Es Viernes por la noche, se ha convocado a una reunión a los miembros cercanos de la familia así como representantes de los clanes que se han adherido a ella.

La Señora Elroy luce radiante, con la elegancia y porte que la caracteriza, pero hay en su mirada un destello de jubilo.

Candice White y el señor Vicent Brown quien la acogió desde los quince años de edad bajo su tutela han sido invitados a dicha reunión.

- ¿Estarás bien Candice?.- le pregunta con sinceridad-.

- Sí. Lo estaré, no se preocupe- le responde con aplomo-.

Aunque la realidad es que su corazón amenaza con salir de su pecho, a medida que se acercan a la recepción late con mayor fuerza.
Inhala y exhala para calmarse, ahora ya estan en la entrada.
Aún cuando es una reunión formal, no se han escatimado en la celebración del citado evento.

Los minutos pasan y sus manos se han tornado frias, Elroy está haciendo uso de la palabra con un discurso muy elocuente ha informado a la familia que les ha reunido ahí para presentar a su sucesor. El presidente del Clan y de las Industrias Ardlay.
Un joven de venticinco años hace acto de presencia.
Eliza y otras jóvenes que se encuentran en el recinto no pueden apartar sus ojos del apuesto caballero.

Candice lo único que desea es poder retirarse cuanto antes, sus miradas se encuentra constantemente.

- "Su mirada es tan cálida y transparente, su sonrisa tan dulce y sincera"-piensa Candy mientras lo observa-" Si tan solo pudiera creerle"

Poco a poco William, se va acercando hacia donde ella se encuentra, George leyendo sus intenciones procura distraer a Vicent con una conversación trivial, mientras que habilmente integra a otros caballeros.

Candy busca con la mirada a sus amigos, Stear y Archie, pero no logra verlos, cuando de pronto siente la mano de Albert que la toma del brazo.

-¡Candice, gracias por venir! , ¿Podemos hablar unos minutos?- su tono es afectuoso-.

-Disculpeme señor Ardlay, no tengo nada que hablar con usted.- le dice tajante- por favor suelteme- habla entre dientes-.

El joven la mira con frustración, librandola del agarre, pasa su mano por su cabello. En ese momento ella posa sus ojos en el anillo que el continua portando en el dedo anular. Eso la desconcierta un poco pero decide mantenerse firme y se retira.

Al fin encuentra a los hermanos Cornwell, George les había solicitado encargarse de unos asuntos relacionados con el evento.

-¡Chicos!, tenía tantas ganas de verles.

-Te hemos extrañado también- comenta Alistair-.

-Los problemas de salud de la tia Elroy nos trajeron de regreso a Estados Unidos antes de lo previsto.- agrega Archie-.

- Y Vicent, ¿Cómo se encuentra?- pregunta Stair con sinceridad.

-Muy bien, gracias por preguntar. Pero hay que cuidarle como a un niño. Si no estoy pendiente rompe la dieta impuesta por el especialista.-sonrie divertida-.

A lo lejos Albert la observa reir junto con sus sobrinos, la escena es tan bella, le trae tantos recuerdos.

-"Por hoy no insistiré, pero no me daré por vencido, tendrás que escucharme Candice"- piensa mientras la contempla-.

Elroy se acerca también a saludar a Vicent y a Candice.

- Les agradezco su asistencia y sobre todo su discreción. Vicent has realizado un trabajo estupendo. Es una lástima que en su momento la corte te negara la adopción.

- Aún cuando solo fungí como su tutor, la considero mi hija. Los planes no han cambiado. Ella será mi heredera.- dice Vicent con seriedad-.

-Te felicito Candice, realmente eres una dama, estas impecable. Tenía mis dudas por la última vez que nos vimos, pero me complace mucho ver que me equivoqué y que estas a la altura del clan.

- Gracias, señora- le contesta friamente-.

- Bien, Elroy lamento mucho no poder estar más tiempo, pero debemos retirarnos. El viaje fue extenuante. Y aún debo conducir hasta Naperville.

- ¿Cómo,no te quedarás en Chigago?- pregunta sorprendida-.

- He adquirido una propiedad ahí, es ideal para descansar, la vista es revitalizante.

-Entiendo, Vicent. Gracias de nuevo. Espero verles pronto, hay muchas cosas de que hablar, ahora que Candice pronto cumplirá los veintiun años- tiene una gran sonrisa en su rostro-.

- Claro, mas adelante tendremos oportunidad.

Se despiden de los presentes y se dirigen a su hogar temporal.

- William intentó acercarse a tí. ¿Cierto?

- Así es, pero no le escuché. No me interesan sus falsas promesas.

- Bien hecho hija. Me alegro que comprendas que tipo de personas pueden ser los Aldray. Yo le tenía en alta estima, creía que era un buen muchacho pero me equivoqué.

-No quiero ser grosera, pero prefiero no hablar más de él- hay tristeza en su mirada-.

-Claro, hija. Respeto tu decisión. Poco a poco lo superaras. Ve a descansar.

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En la residencia Aldray los invitados ya se han retirado.
Elroy y William se encuentran en el despacho.

-¡Fue una magnífica reunión!. William¿Por qué no invitaste a la señorita Foster?

- Pues era un evento familiar, así que no lo consideré prudente.

- Pero con ella es distinto, ha hecho mucho por ti- de pronto sus ojos se posan en el anillo- ¡Ay!,¡William!, ¿Por qué no has retirado ese anillo ridículo como te sugerí?- cualquiera podría pensar que ... -no se atreve a terminar la frase,siente que si expresa sus temores en voz alta se materializaran- si tanto te gusta puedes portarlo en otro dedo pero no en el anular derecho.

- A mí me gusta llevarlo ahí. Perdon tía, creo que es momento de retirarnos a nuestras habitaciones, es muy tarde ya.

- Tienes razón, hijo. Que descanses.

El le ofrece su brazo como apoyo y la acompaña hasta su habitación, le da un beso en la mano y se retira a su recámara.

Esa noche dos corazones laten inquietos, los recuerdos de todo lo vivido vienen a sus mentes.

¿Qué fue lo que sucedió?, ¿Por qué Candy y Vicent tienen una mala actitud para con William Albert Aldray?.

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Años atrás en una localidad cercana a Chicago, Anthony Brown (quince años) y sus primos ,los hermanos CornWell: Alistair( diecisiete años) y Archibald (quince años). Conocieron a una jovencita de personalidad chispeante llamada Candice ( catorce años), ella estaba ayudando a la señorita Paulina a entregar pays en un restaurante con la finalidad de obtener ingresos para el orfanato que Miss Pony dirigía y dónde Candy era una de las huéspedes de mayor edad.

Continuará...

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Las imagenes utilizadas para ilustrar esta historia son obtenidas de Pinterest, creditos por las mismas a sus respectivos autores.

Esta es una historia alternativa. Los personajes pertenecen a Keiko Nagita.