Puedes tener el verdadero amor frente a tus ojos y aún así perderlo por malos entendidos?
O puede ser tan fuerte el amor como para romper cualquier barrera?
Fanfic de Albert y Candy.
Los personajes no me pertenecen, es una historia alternativa con f...
La culpa lo martirizaba, era suficiente con guardar un secreto, la amaba de verdad, ahora estaba más seguro que nunca de la fuerza de sus sentimientos, en cuanto Vicent llegó buscó la oportunidad para declarar sus intenciones.
-¡El tiempo pasa muy rápido muchacho!, lo haz hecho muy bien aquí- el señor Brown hablaba con franqueza-.
-Gracias por tus palabras Vicent,en cuanto regrese a Norteamérica, seré presentado y tomaré mi lugar como lider de la familia.-hablaba con solemnidad-.
-Y serás un gran lider, el presidente que necesitamos estoy seguro.
-Cuando eso suceda, quisiera que me concedieras la oportunidad de pretender a Candice- ahora hablaba con más confianza debido a los halagos recibidos unos minutos antes-, estoy muy interesado en ella y...
El rostro de Vicent Cambió radicalmente para sorpresa del muchacho.
- ¿Qué estas diciendo?, por supuesto que no. ¡Elroy la haría pedazos!. Candice no es la joven indicada para ti. Será mejor que te olvides de esa posibilidad.
La respuesta hostil lo hirió, ese hombre lo había tratado siempre afectuosamente y ahora parecía otra persona.
- ¿Le has mencionado algo de esto a Candice?- le cuestionó en un tono agresivo.
- Aún no, esperaba tener tu aprobación primero.- ante la impontecia y la decepción, eligió mentir y buscar alguna solución pero jamás renunciaría a ella-.
-Bien, me alegra que aún tengas algo de sensatez- parecía más calmado-.Espero que entiendas que a pesar de lo mucho que te aprecio, la felicidad de mi hija es lo primero.
Ese mismo día, Vicent hablaba con Candy.
—Hija, te voy a pedir un favor- estaba muy serio,meditaba sus palabras-.
—Sí padre. ¿Qué necesitas que haga?
—La amistad con Albert... Por favor... Evita salir con él y tener comunicación fuera de la oficina.
— ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¡No es justo!
— ¿Tanto te interesa ese muchacho?, mirate estás alterada.
—¡Es mi amigo!, con Paty en Oxford , Stair, Archie y Annie en América me quedé sola. Él me brindó una amistad sincera.
—Te dije que no y espero que obedezcas.
A partir de ahí los jóvenes buscaban oportunidades de estar solos y expresar su amor en todas las formas posibles, como mejores amigos, como buenos compañeros de trabajo, como confidentes, como amantes. Siempre encontraban una manera de poder robarse al menos un beso y en otras ocasiones un poco más.
El calor de su cuerpo le hacía sentir seguridad, la sensación de esos fuertes brazos envolviendola era bastante adicitiva, no podía pensar en otra cosa que no fuera estar con él.
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-Candy, tengo algo para ti- sonreía con gran satisfacción, mientras sacaba un estuche- en estas circunstancias no puedo darte un anillo de compromiso, pero desde hoy te considero mi compañera, mi amada y mi futura esposa. Cada uno llevará una parte de esta alianza en el dedo anular. Es una promesa.
-¡Albert!,-emocionada hasta las lagrimas-. Sí, Albert. Lo llevaré con amor y guardaré esa promesa.
-Iré a Estados Unidos y resolveré algunos asuntos, perdona si no te he dicho todo sobre mí, pero créeme, te llevo en mi corazón y en mis pensamientos.- sella su promesa con un tierno y dulce beso-.
-Yo creo en tí y me basta con lo que conozco de tí- con el corazón henchido de un gozo sin igual-.
Donde quiera que estuvieran sus ojos se buscaban era difícil contener todo el amor que se tenía, cómo podrían ocultar algo tan grande y maravilloso.
-Lindo anillo Candy, ¿Es nuevo?- preguntaba Charlie con malicia-.
Para Vicent esas palabras fueron como un llamado de alerta.
-No, lo había notado, soy muy despistado. ¿Hace poco que lo compraste?.- le preguntaba mientras evaluaba su reacción-. Pero me parece señorita, que ese dedo debe estar reservado para la argolla matrimonial.
- ¿De verdad?,- fingiendo ignorar sobre el tema-. Pues a mi me gusta como se ve ahí.
-jajajaja, mi muchachita voluntariosa, has como gustes por ahora hija.
-Gracias por ser tan comprensivo.
- ¿Por qué no habría de serlo? , hasta ahora he recibido mucha satisfacción gracias a tí. Eres una muchacha seria y de buen juicio.
Escuchar aquellas palabras le calaba el alma, se sentía culpable pero no quería renunciar a Albert ni por Vicent ni por nadie.
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Días después Vicent se había retirado temprano, los tres chicos eran los últimos en salir.
- ¿Sucede algo Cookie?, te he visto muy inquieto hoy- decia Albert con verdadera preocupación-.
-¡Síndrome de abstinencia!- una voz detrás suyo contestaba- eso es lo que tiene.
-¡No te metas Charlie!- Cricket no estaba de humor para tolerar la indiscreción de su amigo-.
-Te has dedicado a conquistar a los Brown y no te das cuenta de lo que sucede a tu alrededor- Charlie seguía destilando veneno-.
Albert se enderezó con una mirada retadora le dijo:
- ¿Qué dijiste?
-Lo que oiste, a mi no me engañas "niño bonito"- se acerca con aires de superioridad, hasta quedar frente a frente-. Aquí el amigo Cookie es adicto a los juegos de azar, acaba de perder su moto. Se la quitaron a golpes como pago de lo que debe.
-¡Callate Charlie!- gritaba Cookie con los puños cerrados-. Dejanos en paz.
-Ahora muy amigos, no?. ¿Cómo puedes confiar en este desconocido?- señalando a Albert-.
- ¿Qué tienes contra mí?, he ignorado en muchas ocasiones tu sarcasmo y hostilidad ,pero empiezo a cansarme- Albert estaba perdiendo la serenidad-.
-No finjas inocencia.
Le da un empujon con la mano pero no tuvo ningún impacto sobre el joven, Albert le regresó el empujon y lo sentó con un sólo movimiento.
-¡Vaya!, tienes habilidades- se incorpora en son de guerra-.
-¡Basta!, ¡Basta!.- Cookie se interpone entre ambos-. Por favor. No tiene caso. Piensen en el señor Vicent. No debemos darle disgustos.
-Aquí tu nuevo amigo que anda "acelerado"- sacudiendose la ropa-. Yo solo bromeaba.
Albert lo sigue con la mirada, ahora ha descubierto que tiene un enemigo y no tiene ni idea de cuál es la razón.
-¡Será mejor que actues con mucho cuidado! , antes que " tu secretito" se descubra. - lanzaba estas palabras al retirarse-.
-No le hagas caso, solo alardea- Cookie trataba de calmar los animos- No tenía idea de que fueras tan fuerte- sonríe nervioso-.
- ¿Quieres que te lleve a algún lugar?.
-Sí, muchas gracias, Albert.
Lo dejó en la puerta de su casa y antes de retirarse le habló:
