Justicia Eterna

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Llaman a la puerta de la oficina.

—¡Adelante!

— ¿Me llamaba señor Brown?

—Sí, Cricket pasa, toma asiento muchacho. En los últimos meses has estado distraído. En un mes saldré con mi familia y necesito a alguien que me cubra y he pensado en ti. Los primeros días estaras solo, después llegará mi sobrino Archibald Cornwell  a apoyarte. Te daré quince días para que pongas tu vida en orden. No sé que es lo que trae así y yo te necesito enfocado en tu trabajo. ¿De acuerdo?

—Gracias señor, pero creo que no merezco ese honor- se le quiebra la voz- yo no soy digno de confianza.

—Calma muchacho estas muy sensible. Termina lo que estabas haciendo y ve a arreglar tus asuntos.- en tono autoritario-.

—Si, señor. Disculpe ¿El señor Ardlay regresó a Estados Unidos?

—No, estará unos días en Liverpool en la fábrica. ¿Por...?

—Sólo curiosidad. Gracias señor. Permiso.

—Adelante.

Charlie al ver a su compañero recogiendo su escritorio se acerca para indagar la causa.

— ¿Te vas tan temprano?, ¿Sucede algo?- Evalua con la mirada cada gesto de su interlocutor-.

—Me tomaré unos días para arreglar mi vida.

—Ahora eres el consentido entonces- con tono amargo- solo espero que eso no incluya hablar de más.-lo mira de manera amenazante-.

Cookie no le responde, se dedica a la tarea que está realizando en ese momento.

—Con cuidado Cookie, ya no te metas en problemas, porque quizás ya no tengas a quien acudir para pagar tus deudas.

Cookie tensa la mandibula y aprieta los puños.

—Gracias por preocuparte, pero estoy en un grupo de apoyo contra las adicciones.

—Bien por ti, disfruta tu retiro espiritual entonces- en tono burlon-.

Tras conducir un poco más de tres horas logra llegar a la fábrica en Liverpool.

—Buenas tardes, ¿Dónde puedo encontrar al señor Ardlay?- pregunta con cierta timidez-.

—En este momento estan en una reunión, no creo que demore mucho en terminar. Puede esperarle si gusta o bien dejar un recado si lo prefiere.

—Gracias señorita, muy amable. Le esperaré- se dirige a un comodo sillon-.

Al terminar la junta, le informan que un joven le espera.

—¡Cookie!, ¿Qué sucedió?- sorpresa y duda comulgan en su ser - ¿Cómo están los Brown?

—Ellos estan bien, pero yo necesito hablar contigo.

Acuden a un despacho con la privacidad requerida para tratar el asunto que a juzgar por la apariencia de Cricket es algo serio.
Le relata a detalle que no puede con la culpa de haber participado en el ataque, que fue Charlie quien organizó todo y qué él movido por el remordimiento fue quien lo llevó a la clínica. Le suplica perdón un sin fin de veces entre sollozos.

—Gracias por tu ayuda, entiendo tus motivos y sé que eres sincero. En cuanto a lo legal, consultaré a los abogados para ver que se puede hacer por ti. ¿Estas dispuesto a testificar ante la justicia?

—Sí, no puedo más con esta carga.-dice cabizbajo-. No importan las consecuencias, solo quiero enmendar mi error.

George se encarga de contactar a los abogados para consultar la situación y encontrar una vía legal por medio de la cual Cookie resulte beneficiado por su cooperación.

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