Pensando en ti

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La señora Elroy ha dado la instrucción de que viaje cuanto antes a Estados Unidos. En vista del éxito no obtenido en la búsqueda de Candy y ante la orden de la señora Aldray, toman un vuelo a América.
Lleva en su pensamiento la bella imagen de su amada. Siente decepción y frustración.  ¿Cómo puede ser posible que aún no ha podido verla?
Sophia le relata a George como fue que Albert llegó a su clínica y del mensaje que llevaba, le explica que por esa razón ella temía que al comunicarse con la familia lo pusiera en peligro.
George no queda muy convencido con su justificación pero la acepta aunque con reservas.

—Debe ser alguien que te conoce, porque regresaron a tu casa a dejar tus pertenencias, pero no tenían huellas, seguramente utilizaron guantes-comenta George-.

—Pero no entiendo, de hecho no recuerdo con claridad lo sucedido.
Me tomaron por sorpresa, creí que era un asalto. Pero ciertamente me sorprendió, encontrar mis cosas en casa.- responde Albert-.

—Entonces debes tener mucho cuidado. Creo que no estaba tan equivocada al desconfiar- agrega Sophia-.

George le pide la nota impresa para examinarla.
Al fin se presentan con la Tía Elroy.
La mujer toma entre sus manos las de su sobrino, y acaricia ligeramente su mejilla.

—¡Estoy feliz de verte!- dirige la mirada a la joven médico- le estoy muy agradecida por su ayuda, ya me informaron de todo- regresa a su asiento- Quién te hizo daño debe pagar por ello. Llamaré al doctor Lenard para que realice los estudios necesarios para verificar que te encuentras del todo bien.

—Disculpe mi atrevimiento, pero no es necesario. Se lo digo como médico que soy.

—Agradezco su opinión señorita Foster, pero una segunda opinión nunca está de más.

Sophia no se despega de Albert, lo acompaña con el Dr. Lenard y lo espera durante todo el proceso. Después de revisar con los especialistas correspondientes los diversos estudios realizados verifican que efectivamente el joven se encuentra totalmente recuperado de las lesiones y sin secuelas.

La señora procede a reunir el consejo para llevar a cabo la sucesión de poderes; Brown y Dunn forman parte de ese consejo.

Vicent regresa a Londres, al fin dan de alta al pequeño y los lleva a casa.

—Hija... Albert apareció. Vino a buscarte, pero no te lo dije antes porque una mujer está con él, incluso en Chicago estuvo siempre cerca y eso no me gustó.- le habla con seriedad-. Por favor ten cuidado, has sufrido mucho ya.

—Muchas gracias por preocuparte por mí, por cuidar de nosotros.

—Este muchacho es un sol, yo estoy agradecido de que llegara a nuestras vidas. No importa el cómo, pero no quiero más sufrimientos en esta casa. Bueno debo irme. Pronto estarán aquí visitando a sus socios y colaboradores y Cookie hace mucho que no da una. Ha de estar enamorado ese muchacho.

Cuando Vicent se retira, Dorothy aprovecha a entregarle el celular con el cuál se comunicaba con Albert durante el tiempo que estuvo castigada.

—¡ay amiga! Tienes una infinidad de mensajes y llamadas perdidas. Pero no tenía excusa para ir al hospital y temo que el señor aún no aprueba su relación.

—¡Gracias!, hiciste bien Dorothy. Le marcare.

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Horas antes en Chicago.

—William...  ¿Escuchaste lo que dijo Vicent sobre ese joven Cricket?,  ¿No se te hace sospechoso que precisamente desde que desapareciste él no esté rindiendo como debe en el trabajo?

Solo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora