1 mes después
Han sido días difíciles. Se han sentido como una completa y densa eternidad.
El trabajo en la editorial ha sido duro. Si bien pagan demasiado bien también es exigente y productivo. Sumida bajo contratos, horas de trabajos, revisiones, proceso creativo/edición y reuniones. Es algo casi que asfixiante, pero me desenvuelvo bien en mi lugar de trabajo. He establecido vínculos con mis compañeros, mi jefe es intimidante a la hora del trabajo, pero sabe valorar lo que hago, y eso contribuye a mi ego y orgullo profesional.
El hecho de que ya no trabaje en la revista no ha afectado para nada mi amistad con Fran. Pasa por mi casa alrededor de 3 veces a la semana o si no me obliga a salir de mi circulo vicioso de este último mes.
Voy al trabajo, almuerzo, regreso, salgo del trabajo y voy a visitar a Blake.
Su proceso de recuperación ha sido lento, aún hay marcas de los golpes y cicatrices que le fueron provocados. Está en la fase 2 de desintoxicación de narcóticos.
Se preguntarán porque no ha regresado a Estados Unidos con su familia. Precisamente su salud ha estado en juego en muchas oportunidades. Un día parece el de siempre, y al otro día parece que si pudiera tirarse por la ventana lo haría sin pensarlo. Tiene a múltiples especialistas a su disposición, monitoreándolo las 24 horas en una casa alquilada en el lado norte. Después de haber pasado dos semanas internado en el hospital, por petición de su familia pidieron un alta y que se le hiciera el respectivo tratamiento desde casa.
Los doctores no estuvieron de acuerdo al 100% con esa petición, pero al final cedieron al ver el estado emocional de Blake, y es que no paraba de decir que ya no aguantaba ni un minuto más allí. También dijo que no estaba listo para volver a casa, que quería tomarse un tiempo antes de volver.
Y no es por sonar egocentrista, pero sé que en parte lo hizo por mí.
Sé que está mal, el ambiente entre nosotros está tenso. Y es que el estar cerca de él tiene sus beneficios, pero también sus desventajas. He tratado de mantener todo al límite por el bien de los dos, he evadido el tema miles de veces, porque sé que me quiere de vuelta, me lo hace saber todos los días con sus incesantes miradas, la forma en la que me habla y trata de mantenerse fuerte para que no lo vea decaer.
Mentiría si no digo que lo extrañé, que me hace sentir bien hablar con él, y que pensamientos estúpidos han pasado por mi cabeza.
Pero, la verdad es que me siento vacía.
Desde aquella última vez, no he vuelto a hablar con Ian.
Lo llame una vez y nunca respondió ni me devolvió la llamada. Después intenté con Charles y me dijo que no andaba de ánimos que le diera tiempo y que tarde o temprano el respondería.
Pero él nunca llamó y eso fue un golpe para mí.
Y me siento frustrada porque cada día me convenzo más de que lo amo y que es con él con quien quiero estar, pero fui una idiota por haberme dejado llevar por el impacto del regreso de Blake, y no me di cuenta, que incluso antes de eso ya yo estaba enamorada de él.
- ¡Te estas quedando atrás! -su voz suena agitada- ¡Concéntrate! -me regaña sacándome de mis pensamientos.
- ¡Ya voy, llorón! -exclamo.
- ¡Vamos a ver quién termina llorando al final! -aprieta el trote cada vez más incitándome a alcanzarlo.
Empiezo a rebasarlo y oigo como gruñe al saber que le he ganado.
- ¡En tu cara, imbécil! -celebro dando saltos en mi sitio.
-Haré de cuenta que no te conozco -pasa de mí, al ver que un grupo de personas se quedaron mirándome como si fuera una loca.
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Sobreviviendo al pasado
Roman pour AdolescentsElizabeth Evans, una talentosa diseñadora gráfica lleva 3 años rehaciendo su vida en la capital italiana, después de haber pasado por un momento muy doloroso en su vida. Su primer amor fue arrancado de sus brazos sin ella poder imaginárselo. Han pas...