Nick.
Calma. Una llovizna de calma invade mi alma. Verla y hablar con ella, era algo que necesitaba desde hace tiempo.
Me recordó lo que alguna vez fui...
Cuando me informaron que había tenido un accidente, cobre un favor que me debía un capitán de la marina, y solicite que me llevaran en un jet desde Albania hasta Roma. Me prestaron una camioneta y llegué lo más rápido que pude a la estación. Hace tiempo no me llevaba esa clase de sustos, hasta llegue a pensar lo peor.
Ahora estamos en su apartamento.
Le confesé solo una parte de cómo me siento en realidad, y debo admitir que sirvió de algo. No soy de expresar lo que pienso y siento.
Entre más sepan las personas sobre uno, tendemos a volvernos un blanco fácil para que hagan con nosotros lo que quieran. Y si algo me caracteriza es que evito a toda costa, que alguien ajeno a mis seres queridos me vea vulnerable, y eso.
Han sido días difíciles, la última vez que comí fue el desayuno del día de ayer y apenas si alcancé a dormir 2 horas. No necesito verme al espejo para saber que debajo de mis ojos, hay unas enormes ojeras.
La incertidumbre y la duda me azotan cada vez más fuerte, mientras que sigo un camino de pistas intermitentes. Mis esperanzas aumentaron a un 40% desde la semana pasada, y sigo aferrándome a eso. Pero, mientras tanto no me importa llevarme a quién sea por delante, solo quiero acabar con todo esto de una buena vez por todas.
- ¿Me prometes que al menos llamaras y contestaras mis llamadas?
Me pregunta mientras dejo el botiquín de primeros auxilios a un lado, poniéndome de pie listo para irme. Duramos conversando como dos horas desde banalidades hasta asuntos importantes.
-Lo prometo -le respondo detallando como quedo.
Varios vidrios hicieron leves cortes en su cara y brazos, lo curé con lo que tenía en su apartamento, ya no se ve tan devastada como cuando la encontré.
- Vale... ¿Irás a la boda de Noah? -indaga haciéndome recordar lo que me informo mamá hace unos días.
- No creo.
- ¿Por qué?
-Tengo trabajo que hacer.
-Pero, se supone que eres uno de los caballeros de honor.
Suspiro.
Quiere que vaya, pero, yo no quiero ir.
-Lo pensaré -es lo único que digo- Cumples en unos días -menciono.
-Si...
- ¿Qué harás este año?
-Iré a Inglaterra, Ian me invito.
-De acuerdo.
Dejo un beso en su coronilla, me aparto, pero ella vuelve a juntarse dándome un abrazo.
-Deberías tratar de seguir con tu vida -dice manteniendo el abrazo- Me inquieta la actitud con la que andas -suspira- Pareces otro.
-No soy él, Elizabeth, no intentes cambiarme porque créeme que te vas a decepcionar.
Sé que una parte de ella le recuerdo a él.
Blake y yo éramos tan diferentes, pero siempre había cosas en las que parecíamos ser dos gotas de agua.
-Lo sé, perdón.
-Tranquila.
Me encamino hacia la puerta, pero Maximus está obstruyendo la salida.
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Sobreviviendo al pasado
Teen FictionElizabeth Evans, una talentosa diseñadora gráfica lleva 3 años rehaciendo su vida en la capital italiana, después de haber pasado por un momento muy doloroso en su vida. Su primer amor fue arrancado de sus brazos sin ella poder imaginárselo. Han pas...