Capítulo 26

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21 de octubre del 2016.

Elizabeth.

- ¿Ya todo está listo? –pregunta con la vista en su laptop.

-Sí, señor –repito con la paciencia al límite.

-Da la orden a producción.

-Sí señor –repito monótonamente.

Voltea ya que llevo un buen rato respondiendo lo mismo.

- ¿Para ti esto es un juego? –inquiere molesto.

-Eso debería preguntártelo a ti.

Asiente.

-Sal de aquí antes de que...

- ¿Qué? –le contesto.

Se levante lentamente hasta quedar frente a mí.

Me pega a su cintura donde yace una asquerosa erección

Uno...

Dos...

Tres...

-Antes de que te tome –deja leves caricias en mi mano. Dejo que lo haga porque quiero ver hasta dónde va a llegar esta vez- Y te folle en ese escritorio –dice sin titubear.

Mi puño impacta contra su quijada.

- ¡ESTOY CANSADA, ADRIEN DI ROSSI! –Le grito expulsando todo- ¡C A N S A D A! –hago una pausa- ¿Sabes qué, hijo de puta? ¡RENUNCIO! ¡HAZ LO QUE QUIERAS!

Me subo al ascensor dejándolo atónito.

Todo tiene un punto de quiebre, yo ya llegué al mío.

Desde que llegue de Londres paso de tratarme de empleada a puta.

Literalmente, si antes se me insinuaba ahora es el triple.

No tolero sus indirectas, miradas y comentarios lascivos, que me explote y haga lo que quiera conmigo. Voy a ponerle una puta demanda, que haga lo que quiera con mi hoja vida. Al parecer, a alguien se le olvido que tiene cámaras en su oficina.

¡Ja! Estúpido.

Recojo mis cosas y salgo de la oficina.

- ¡Elizabeth Evans! –me llama- ¡Tú, sales de aquí y te juro que haré que desees no haber nacido! –intenta intimidarme.

- ¿Qué pasa aquí?

Francesca aparece poniéndose a mi lado.

Siento la mirada de todos los de la oficina sobre nosotros.

-Pasa –comienzo- Que estoy cansada del acoso y explotación por parte de tu hermano –me giro para hablarles a todos- Porque, sí, damas y caballeros, su querido CEO, Adrien Di Rossi me acosa tanto sexual como laboralmente –lo expongo ante todos.

Comienzan los murmullos.

-Te voy a poner una demanda, hijo de puta –le hablo entre dientes- "Haré que desees no haber nacido" –repito sus palabras- ¡Ja! será al revés Adrien eso te lo aseguro.

Me doy la vuelta para irme.

Fran me detiene.

-Eli si tú te vas, yo me voy.

-No, Piccola. Tú te quedas porque para esta gente –señalo a los trabajadores que forman parte de esta gran familia- Tu eres a quién pueden aferrarse para seguir –pongo mi vista en él- Porque estoy segura –alzo la voz- De que sí Fran no estuviera aquí, el 80% se hubieran largado de aquí.

Sobreviviendo al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora