Capítulo 17

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Cuando entraron a la habitación Bastian se echó a reír, había un reguero de penes de papel, de globos y de fotos de tipos medio desnudos en toda la habitación

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Cuando entraron a la habitación Bastian se echó a reír, había un reguero de penes de papel, de globos y de fotos de tipos medio desnudos en toda la habitación. Un enorme pene de peluche estaba en el medio de la cama.

—¿Y eso? —inquirió mientras empujaba a Maxi hasta el baño.

—Me lo gané por perrear —comentó ella—. Annette preparó unos juegos y ese fue mi premio.

—Vaya... ¿Lo abrazarás para dormir? —inquirió.

—Sí, lo abrazaré con las piernas —zanjó ella mientras preparaba el café que él le había pedido.

—Vamos, Maxi, colabora —dijo Bastian intentando desvestirlo.

—¿Estás seguro de que Dulce estará bien? —preguntó Angie.

—Sí, lo estará... tranquila...

—Es una tontería lo que pasó —dijo ella—, no puede enojarse por eso.

—Es la novia, está nerviosa, ellos no tienen esa clase de problemas nunca... habrá que ver como lo solucionan —añadió.

—No me asustes...

—Maxi, despierta —dijo y le dio una cachetada suave.

—¡Ey! —se quejó.

Angie entró al baño para verlos a los dos bajo la ducha fría. Bastian estaba a un lado tratando de no mojarse y sujetándolo con los dos brazos, Maxi estaba en jean con el torso desnudo ya todo mojado.

—¿Lo vamos a llevar así de mojado a donde sea que está Dulce?

—¿Qué pasó? —inquirió Maxi—. ¿Dónde está Dulce?

—Trae el café y tu bata —pidió Bastian.

—No le voy a poner a este mi bata de satín —se quejó.

—¡Angie! —gritó Bastian—. Haz lo que te digo.

—Uooo, no te tenía dando órdenes —dijo y se fue a buscar la bata.

—Puedo hacer que te guste —respondió él y le guiñó un ojo.

—Lo pensaré, ahora tengo a piolín dos y es muuucho más grande —dijo señalando a su peluche.

Maxi se bebió el café y se incorporó lentamente, Bastian le ayudó a sacarse el jean mojado y ponerse la bata.

—Te ves guapísimo —bromeó Angie.

—¿Así que le pusiste piolín a tu peluche? —preguntó Bastian.

—Claro... ¿cómo más?

—Hmmm eres inolvidable, amigo —dijo mirando su entrepierna mientras Maxi se bebía el último trago de su café.

Angie se largó a reír no solo por lo que él había dicho, sino también por la facha de su hermano en su bata de satín.

—Le sacaré una foto, este momento debe ser recordado por siempre —dijo y lo hizo.

Lo que Angie creía que quería (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora