Capítulo 20

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Cuando Angie despertó ese sábado, una vez más se sintió bien

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Cuando Angie despertó ese sábado, una vez más se sintió bien. Era increíble que, aunque casi no durmiera se sintiera descansada y con ganas de seguir activa. Miró su celular y eran cerca de las dos de la tarde. Tenía hambre, pero, sobre todo, se preguntó dónde estaría Bastian.

Estiró la mano para alcanzar un papelito que vio sobre la almohada. Era una de las tarjetitas del juego con la pregunta ¿Tu mejor sexo?

Escrito a lápiz había un nombre, el suyo.

Angie sonrió y dio vuelta la tarjetita para leer lo que él le había escrito:

«Voy a Felicidad, es tarde y hay muchas cosas que hacer... ¡Mañana hay boda!».

Se llevó la tarjeta al pecho y sonrió.

Se levantó feliz, lista para un nuevo día, como si hubiese dormido toda la noche. Se metió a la ducha y se preguntó qué tal estarían Maxi y Dulce, quería llamarla, pero no quería molestar.

Salió del baño y llamó a servicio de habitación para pedir algo para comer. Se preguntó qué haría ese día, descansar, quizá... dormir un poco más o leer un libro que tenía pendiente.

—Servicio de habitación —dijo una voz femenina.

Angie abrió y era Annette.

—Hola —saludó y la dejó pasar.

—Conseguí cambiar con mi compañero para traerte esto y así poder hablar un poco —dijo ella y Angie sonrió, Annette no solo era chismosa, también era intrusiva, pero le caía bien.

—¿En qué te ayudo?

Annette cerró la puerta y acomodó lo que trajo en la mesa que había cerca del balcón, Angie se sentó para comer y la muchacha tomó asiento en la cama.

—Lo vi salir de aquí más temprano... —dijo y observó la cama como si con eso pudiera descifrar si algo sucedió allí.

—Sí, dormimos juntos —respondió Angie con diversión.

—Y los otros días se perdieron en el bosque...

—Ajá...

—¿Qué hay? ¿Cuáles son tus intenciones con él? —inquirió.

Angie se echó a reír.

—Disculpa, no me acostumbro aún a que Bastian tiene una hermana —musitó—, hubiese sido divertido que te criaras con nosotros, habría tenido una amiga mujer para ganarles a los chicos —añadió.

Annette sonrió.

—Me hubiese gustado criarme con él...

—No sé qué tanto sabes de nosotros —dijo Angie mientras comenzaba a comer—, pero lo único que puedo decirte es que mis intenciones no son malas... aunque no sé qué exactamente signifique eso...

Lo que Angie creía que quería (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora