Capítulo 7: Tenemos que quedárnosla

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Lea

¿Cuernos? Yo no veo que Matthew le esté poniendo unos cuernos. 

Ya sé que no debería de estar pensando en eso, pero prefiero pensar en eso, en vez de preocuparme.

O sea... ¡Hello!, otro humano me está viendo a mí y a mi bosque, es obvio que esto no debería estar pasando. 

—Alan, ¿qué demonios estás haciendo aquí? —El chico pone una mano sobre su pecho, claramente ofendido.

—Viendo como me pones los cuernos con... —El chico rubio me queda viendo—. Perdón si sueno grosero, pero... ¿qué cosa eres tú?

Supongo es mi turno de hacerme la ofendida, pero no hay tiempo para ello. Hay cosas mucho más importantes. 

—Matthew, él no debería estar aquí —Lo miro con miedo. 

Sé que estoy temblando a niveles increíbles.

—Lea, tienes que estar tranquila, te aseguro que él no te hará daño

Debería estar tranquila, pero no puedo hacerlo.

—Oigan, sigo aquí —dice el chico, y Matthew lo fulmina con la mirada.

—Alan, me estuviste siguiendo hasta aquí —acusa Matthew al otro chico.

—No puedes culparme, has estado actuando raro, necesitaba saber si tenías problemas.

—Te pedí que confiaras en mi —dice Matthew llevándose una mano a la frente.

—Bueno, admito que pensé que habías entrado al mundo de las drogas —Matthew lo mira con los ojos demasiado abiertos—. Pero, ahora que lo pienso tal vez todos estemos drogados, porque yo sé que no existen hojas fosforescentes.

Ambos se quedan mirando fijamente. Mi primer instinto es correr, pero prefiero detallar al humano.

Alan, tiene el cabello rubio con algunas ondulaciones, los ojos de color miel profundo, su piel es blanca, su labio inferior es más lleno que el superior y sus rasgos son finos. Al detallarlo, él siente mi mirada, y dirige la suya hacia mí. 

Si creé que voy a retirar mi mirada, está muy equivocado.

—Tienes carácter, se nota —me dice con una sonrisa y se la devuelvo.

Puedo ver que no es una mala persona, pero no sé si puedo confiar en él.

—¿Puedo confiar en ti? —él me mira sorprendido.

—Si me explicas todo lo que está pasando, créeme que no le diré nada a nadie.

Quiero creerle, pero tengo mis dudas. Siento la mano de Matthew posarse encima de la mía, él me regala una sonrisa mostrando sus dientes, sé que si él confía en Alan, yo también puedo hacerlo.

—Te lo explicaré.

—Lea, será mejor que yo se lo explique, créeme que te interrumpirá a cada rato mientras relatas la historia —me asegura Matthew.

En un acto infantil, Alan le saca la lengua y me dice:

—Eso no quiere decir que el novio y la amante no pueda conocerse más afondo.

¿Amante? Eso hace que mis mejillas se sonrojen.

—Yo no sabía que Matthew tenía novio, él no me lo dijo —Hago énfasis en la última oración.

—No no no, te juro que él no es mi novio —contradice Matthew nervioso.

Alan trata de disimular su risa con una tos, pero no lo logra, así que esta vez yo lo fulmino con la mirada.

—Tranquila, Matthew nunca engañaría a nadie. Soy su mejor amigo, pero me encanta decir que es mi novio—Guiña un ojo—. Además soy heterosexual, Logan es el bisexual del grupo.

Los miro raro a ambos bastante confundida.

—¿Qué significan esas palabras? —Ahora los dos me miran extraño.

—Ahora que lo noto, no luciste asombrada cuando te moleste diciendo que Matthew era mi novio.

—¿Por qué me asombraría?

Ahí es cuando recuerdo que aquí en su mundo hay mucha discriminación y sobre todo muchos prejuicios.

—Bueno, por lo general las personas hacen la pregunta como ¿en serio eres gay? —Sigue diciendo Alan.

—Lea, en tu dimensión es normal que las personas del mismo sexo estén juntas sin que los juzguen... —Matthew no me lo pregunta, casi lo afirma.

—Así es, digo es totalmente normal, se puede tener novio o novia —Él me mira asombrado—. Y ya recordé que aquí no es de la misma manera.

—No entiendo de lo que están hablando, pero un mundo sin homofobia sería una cosa maravillosa —Matthew asiente ante la declaración de Alan.

—Pero bueno..., así que tú eres la famosa Lea —Alan le da una mirada picara a Matthew, y él se pone nervioso.

—Ignóralo, llego tarde a la repartición de cerebros.

Mi risa resuena por todo el lugar, Alan solo luce ofendido y viene corriendo hacia mí.

—Lea antes de que seas su novia, tienes que tener mi bendición primero —Mis mejillas se sonrojan, pero el sigue—, y para ganarte mi bendición, obligadamente debes defenderme contra sus abusos.

Matthew mira a Alan fastidiado. 

—¡Alan! No le digas esas cosas.

Matthew también tiene sus mejillas sonrojadas.

—Oye yo nunca le di mi bendición a Natalia, y mira como termino —declara Alan.

Momento incómodo. No era necesario mencionar ese nombre. 

—Pero la verdad es que tú me estas cayendo mucho mejor, aunque no sé qué eres —Alan sigue hablando a pesar de todo.

—Tú también me caes bien —murmuro con una sonrisa, y él me da una mirada tierna.

—Matthew, tenemos que quedárnosla.

Aunque se refiere a mi como un objeto, igual me hace reír y a Matthew también.

—Sí, definitivamente tenemos que quedárnosla —Es lo que dice Matthew con una sonrisa. 

Ay, corazón debes de dejar de latir así de rápido. 

Nota:

Holis!!!

Sé que este capítulo es algo corto, pero espero poder compensárselos después. 

Miren, sé que suena súper cansón y así, pero de verdad les agradezco por darle una oportunidad a está historia. 

Espero hayan disfrutado este capítulo. 

Les dejo una foto de Alan arriba. 

Besos. 


 


Dos mundos, Dos corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora