Lea
Creo que Milena y yo nos estamos volviendo locas, por más que tratamos de pensar a dónde se fueron los chicos o más bien que están haciendo, ninguna logra encontrar la respuesta a nuestras preguntas.
Ella da vueltas y más vueltas en mi cuarto.
—Tal vez fueron a pescar —menciona mientras acaricia un mechón de su cabello.
La miro extrañada y llevo una mano a mi mejilla.
—Pero... aquí hay suficiente comida, no tiene sentido.
Ella me mira enojada y se cruza de brazos mientras sigue caminando.
La verdad es que hoy los chicos actuaron muy raro.
Pero supongo que han sido días muy locos para todos, igual siento que he conseguido recuerdos muy bonitos, recuerdos que dudo algún día pueda olvidar.
Siento algo en mi hombro, me asusto cuando las letras empiezan a desaparecer, para luego sentir otra vez ese dolor de que me están marcando.
—¡Lea! —Solo escuchó el grito de Milena y como toma una de mis manos, dándome fuerza, haciéndome saber que está aquí para mí.
Cierro mis ojos con fuerza y aprieto la mano de Milena.
Por suerte esta vez dura menos. Después de un tiempo, por fin me atrevo a abrir mis ojos y mirar mi hombro.
Eso es... una runa, una runa del Magic Light, pero no sé cuál es.
—Milena, ¿qué runa es esa? —pregunto, ella no necesita que le explique a que me refiero.
Milena delinea la forma de la runa, es como una flecha con espinas que luego forma una especie de círculo extraño. Ella lo mira detenidamente, pero su mirada me dice que no tiene ni idea.
—Lea... yo... es que no recuerdo esa runa.
Lo sé.
No voy a dejar que esto arruine todo, no quiero que lo haga, no quiero que arruine los lindos recuerdos que he conseguido.
Acaricio mi hombro.
¿Hasta cuándo esto me seguirá pasando?
***
Milena no estaba muy de acuerdo en que no les dijéramos a los chicos lo que pasó, pero la verdad que volvieron tan contentos que no quise arruinarlo.
Sé los contaré mañana, igual en algún momento tendré que decirles, en algún momento tendré que enfrentarlo.
Borro todos esos pensamientos de mi cabeza, no quiero pensar en eso, no cuando Matthew tiene sus manos en mis ojos y me guía hacia un lugar.
Siento el aire acariciar mi piel, pero es cálido, no me produce ningún escalofrío.
Me da miedo tropezarme, pero Matthew está siendo muy cuidadoso.
Hace que pare de caminar, luego acerca sus labios en mi oído, cada vez que lo hace eso me produce un escalofrío.
—Te amo, Lea.
Ni siquiera me da tiempo a reaccionar, él solo quita sus manos de mi cara y hace que mire todo.
Hay una cama dentro de una cabaña, a su alrededor hay unas mesitas con flores de todo tipo, pero lo impresionante es que en el techo de la cabaña están colgados focos con luces de diferentes colores.
Siento como Matthew se posa detrás de mí, hace que gire lentamente, y ahí es cuando lo veo.
La luna llena reflejándose en las olas del mar, es una vista increíble.
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Dos mundos, Dos corazones
RomanceLea sabe que lo más importante por hacer es cuidar su bosque, no dejar que ningún ser humano lo vea ni la vea a ella. Matthew tiene un corazón roto o algo parecido, pero le debe las gracias a eso, ya que esa es la razón por la que ha encontrado un...