Albor

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Era sábado por la mañana, Todoroki se despertó perezosamente ante los rayos de sol que se colaban por su ventana. No tuvo que ver la hora para saber que se había despertado tarde.

Por lo regular eran las mañanas de sábado cuando solía visitar a su madre, sin embargo en ese momento cuando tomo asiento sobre la cama se encontró mirando hacia el frente. Bakugo ya no se encontraba en la habitación.

La noche anterior ambos permanecieron acurrucados juntos, mimándose mutuamente, a veces en silencio, mirando algo en el televisor, otras más compartiendo lo necesario en cuestión de palabras, para cualquier otro hubiera resultado una conversación común y corriente cuando Bakugo le pregunto sobre si a su madre le habían gustado las galletas que hizo la otra vez, en aquella ocasión no pudo acompañarlo, sin embargo le había dado una caja con galletas hechas a mano.

Eran los pequeños detalles donde cada uno mostraba el interés por el otro, como cuando Todoroki preguntó si el resfriado de su padre había mejorado y había ido al doctor.

Ambos agradecían esos pequeños momentos que les hacían pensar en el futuro que les deparaba una vez que se graduaran.

Todoroki se preguntó si Bakugo se encontraba aun en la academia, conocía su rutina diaria como la palma de su mano. Katsuki se levantaría a las 5 a.m. para ir a correr, Todoroki agradeció que Bakugo le hubiera dado unas horas más de sueño. Sin embargo aún se cuestionaba si se encontraba dentro de U.A. pensó que sería agradable ir a ver una película al cine tras volver de ver a su madre, o tal vez podrían a pasar a comer con sus padres y si ese era el caso, aun debería pensar en que regalo llevar, aunque siempre confiaba en que las flores serian un buen detalle.

Sin más, Todoroki se dispuso a levantarse de la cama, solo para notar que a un lado de su mesita de la noche, había un cuaderno color naranja con la imagen de All Might.

El cuaderno no era suyo, así que solo podría ser de Katsuki.

Tomando el objeto, pensó en devolvérselo cuando lo encontrara, tal vez su novio había avanzado con sus deberes. Pensó al recordar lo terriblemente responsable que era a pesar de la imagen que daba a los demás.

Sin embargo cuando lo sostuvo, notó que las hojas estaban más desgastadas de lo normal, y observándolo bien, no parecía ser ninguno de los cuadernos que usaba en la escuela diariamente.

Tal vez fue la curiosidad que se instaló en su pecho, siendo que siempre sintió interés por el pasado de Katsuki, ya que el único que le conocía desde antes de entrar a la academia era Izuku Midoriya, y él siempre había sido ambiguo con los detalles de su pasado aunque siempre dejaba en claro que Bakugo era un amigo especial para él. Todoroki simplemente no quiso presionar a ninguno de los dos así que dejo el tema de lado.

Sus dedos acariciaron el borde de las hojas amarillas, para luego notar una que se encontraba doblada como si le invitara a echar un vistazo.

Todoroki paso saliva solo para darse cuenta que en efecto la hoja había sido doblada con intención. Ya que en ella había un separador hecho con la propia hoja doblada y en letra un tanto desprolija, pero no por menos reconocible, pensó Todoroki para sí mismo que la letra salió de esa forma por el título que estaba escrito arriba.

El ABC del amor

Leyó y sintió que su boca se secaba, su corazón latía con más fuerza. Bakugo había escrito algo para él.

Este es un estúpido reto de esa sucia rata eléctrica, sin embargo...

Siendo un reto no puedo simplemente dejarlo pasar, además, ese idiota que tengo por novio, joder ¿Por qué Shoto está haciendo esta estupidez? Es más ¿Por qué estoy haciendo yo esto? Bien, no importa, y si, sé que tú Shoto estás leyendo esto ahora, porque lo deje a propósito, y si no eres Shoto, dejaría el cuaderno en su lugar y correría, porque en primer lugar; ¿Qué haces en la habitación de mi novio? Y en segundo lugar con haber leído algo de esta libreta estas más que muerto.

Todoroki no pudo evitar reír. Sus labios se alzaron en una sonrisa honesta.

Como sea, sé que sigues desanimado por lo que paso, por eso quería mostrarte que no eras el único que estaba dentro de este, lo que sea que Denki nos hizo hacer.

¡Ah joder, como lo odio!

Todoroki negó, Bakugo nunca era del todo honesto, aunque dijera que odiaba al grupo de estúpidos -como solía llamarlos- que le seguían, en el fondo les apreciaba y por supuesto se preocupaba por ellos.

La vista de Todoroki se dirigió hacia abajo, notando una lista, con una vocal en el lado izquierdo y una breve explicación a su derecha, que si bien no era extensa y solo eran un par de renglones, hizo que las mejillas de Todoroki se arrebolaran.

—¡Hey Shoto! —escucho una voz familiar, la puerta se abrió— Oh, bien ya despertaste y veo que estás leyendo eso.

—Katsuki esto es...

—Tuyo —le interrumpió— Sé que no es una libreta nueva como la tuya, pero como veras es algo única para mí —se llevó una mano detrás de la nuca con algo de vergüenza— Es de la escuela secundaria, si hojeas el principio podrás ver algunas estupideces que escribí cuando empecé a diseñar mi plan para entrar a U.A. y alguna que otra estupidez de niño puberto, es, bueno, quiero decir, lo había notado, el cómo sentías algo de curiosidad y, pues...

—¡Me encanta! —esta vez Todoroki fue quien le interrumpió yendo hacia él, con ojos brillantes y aferrando la libreta contra su pecho.

Bakugo suspiro.

—No lo digas como si fuese la gran cosa es solo una tonta...

—Pero lo es —refuto Todoroki— Ya que si no fuese así no la hubieras conservado contigo ¿No es así? Además, no solo aquí esta parte de tu pasado, sino tu presente, después de todo tú también tomaste el reto de Kaminari en serio.

—¿Y cómo no hacerlo, el bastardo en pocas palabras nos retó? —se quejó, Todoroki rio. —Como sea haz lo que quieras con ella, pero eso si, no se la enseñas a nadie o créeme que después de que te golpee ese bonito rostro que tienes será solo un recuerdo.

Todoroki negó con una sonrisa que parecía nunca desaparecería de su faz.

—No podría hacerlo, quiero decir, sonara egoísta, pero quiero mantenerlo solo para mí, los verdaderos sentimientos que Katsuki tiene sobre mí.

Bakugo chasqueo la lengua

—No te creas tanto, bastardo con suerte.

—Lo siento, pero no puedo evitarlo, me siento el chico más afortunado del mundo al tenerte —Todoroki se inclinó a besar su frente. Bakugo desvió la mirada con las mejillas sonrojadas.

—¡Y lo eres por eso!

—Por supuesto.

—¿Veremos a tu madre? —pregunto Katsuki ya menos a la defensiva.

—Me encantaría, y después ¿Quieres visitar a los tuyos? Me preocupa un poco el resfriado de tu padre.

—Él estará bien, si ha sobrevivido todos estos años con esa vieja bruja, nada podrá matarlo.

—Aun así —le tomo del mentón para verle, sus ojos se encontraron.

—Tch, ¡Como sea! Sin embargo antes baja a desayunar, prepare algo para los dos.

Todoroki sonrió a pesar de que Katsuki se había alejado para ir hacia la puerta.

—Katsuki, gracias.

—¿Por qué?

—Por amarme tanto.

—Tch... idiota.

Y sin más Todoroki le siguió.

—El ABC del amor—

El ABC del amor【TodoBaku】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora