Capítulo 4

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Agatha

Mi encuentro con Christopher terminó genial, ambos intercambiamos nuestros números de móvil para estar en contacto, es un chico increíblemente dulce e inteligente, estuvimos hablando de música, libros, películas e incluso de las paradojas, sin duda tiene mucho de que hablar.
Voy llegando a casa y noto que el auto de mamá no está, es raro ya que son más de las ocho de la noche y hoy no le tocaba su turno de noche. Entro a mi casa y todo está oscuro, lo primero que hago es tomar mi teléfono para marcarle a mamá y saber a dónde se fue.
No contestaba, ya me estaba preocupando un poco, justo en ese momento veo las luces de un auto llegar, ya sabía que era ella.

- Hola hija llegaste por fin, ¿como fue tu primer día?

- Bien mamá, luego salí a dar una vuelta por ahí. ¿Dónde estabas? -notaba algo raro en ella, sus ojos estabas algo rojos como si hubiese llorado.

- Fui a visitar a unas amistades que llegaron a la ciudad, creí regresar rápido por eso no te avisé.

Le creí, pero cómo explicaba esos ojos marchitos, no eran típicos en mamá. Ella se dirigió hacía la escalera para subir a su cuarto.

- Agatha voy a darme una ducha, ¿podrías preparar algo de comer?

- Claro mamá yo me ocupo, luego tengo que hacer unas tareas.

Sube la escalera completamente y me quedo pensando en el por qué habrá llegado así, su voz también estaba triste, o al menos eso sentí, sin embargo ella trataba de ocultarlo de alguna forma pero la conozco demasiado como para darme cuenta que algo me ocultaba.
¿Qué habrá pasado con esa visita?
¿ Acaso fue eso realmente lo que hizo?

No me atrevía a preguntarle ya que sabía que intentaría ocultar todo, o tal vez decir alguna mentira.

Tomo rumbo a la cocina para preparar algo de comer y cuando está listo lo dejo en la mesa para cuando mamá baje de bañarse.
Decido ir a mi cuarto a hacer mis tareas. Suelto la mochila que traía en una esquina. Dios que cansada estoy, y solo es el primer día, no quiero saber lo que me espera para los próximos meses. Saco mis libretas de Mates, Lengua y Geografía.
Mientras hago mis tareas comienza a llover fuera, las gotas en mi ventana cae de forma que no se ve lo que hay en el exterior. Adoro cuando llueve así, lo único que me dan ganas es de escuchar música en mis audífonos y mirar a mi techo estrellado.
Al fin joder.

Pensé que nunca acabaría, mamá se fue a dormir hace media hora, aún no me atreví a preguntarle sobre su estado cuando llegó a casa. Decidí solamente ignorarlo.
Ya me disponía a cerrar mis ojos y abrirlos al otro día, hasta que un mensaje llegó a mi móvil.

Mensaje de: Bea la fea
Agatita, tendremos fiesta este sábado en mi casa, es el cumple de mi hermano y lo celebraremos a lo grande. Ya pensaremos en estos días nuestros sexys atuendos. Besos <3
PD: Habrán chicos de la escuela de mi hermano.

Si Bea no mencionaba chicos no era ella misma, se lía con todos los que quiera pero sin embargo cuando torna a algo serio lo rechaza inmediatamente, sin dudas es de esas chicas que solo buscan una noche con alguien.
Ya conocía al hermano de Bea, Bruno, quien es 3 años mayor que nosotras, acaba de empezar la universidad y de seguro tiene amigos nuevos de su edad.
Yo la verdad no soy de pensar en chicos, tampoco se lo que es el amor, nunca me he enamorado, mis observaciones son la música y disfrutar de las personas que quiero, los chicos son un accesorio a la vida, tal vez el día de mañana cambie de opinión al respecto, pero mientras, todo chico que se cruce en mi camino solo lo veré como un amigo más, increíblemente gracias a Bea tengo facilidad para hablar con esos seres masculinos. Aún recuerdo el primer amor que tuve de niña, Paul, un niño pelinegro de ojos color azabache. Era el más querido por todas las chicas, incluyéndome, a veces me decía que me veía bonita y yo me sonrojaba como un tomate. Para bien o para mal sus padres se mudaron de país y hace un tiempo me enteré que no andaba en buenos pasos.
Hablando de chicos...

Para Siempre © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora