Capítulo 5

38 25 3
                                    

Agatha

- ¿Seguro no quieres que entre contigo?

- No, debo solucionar esto sola.

- Cualquier cosa me avisas por favor -asentí con la cabeza para que se fuera tranquila

Bea continuó su camino en su auto. Con paso firme entro a casa y ahí estaba mi madre. Hablaba con alguien por el teléfono, no podía escuchar de que hablaba, pero cuando me vió entrar colgó la llamada.

- Hola mi niña ¿que tal te fue hoy?

- Bien mamá, fui con Bea al centro comercial a comprar unas cosas y... -dejé la frase unos segundos en el aire, sabía que si le preguntaba el por qué había renunciado a su trabajo me daría alguna excusa tonta para no preocuparme o algo así -Y mira que vestido tan lindo escogió Bea para mí.

- Cielos, está precioso amor, te verás bellísima en él.

- Me lo pondré mañana en la fiesta del hermano de Bea, regresaré tarde, ¿vale? -aunque parezca algo lanzada a decirle a mi mamá sobre lo que haré en vez de pedirle permiso es muy normal, ella confía en que no haré nada malo y sabe que tendré cuidado con todo, que mal que ella no tenga esa confianza que contarme sus cosas.

- Está bien cariño espero que te diviertas pero con mucho cuidado. Mira, ya va a comenzar nuestro programa -señala a la televisión- Ven siéntate tenemos que verlo.

A mamá le encantaban todos los programas de reality, está vez estábamos viendo uno de nuestros favoritos, era de personas que tenían citas a ciegas con otras hasta que decidían al final con quién se querían quedar y luego revelaban su rostro.

- Éste chico se escucha más agradable, debería quedarse con él -opinó mamá sobre uno de los concursantes.

¿Chico? Oh dios, olvidé responderle. Christopher me había escrito hace más de una hora ya.

- Voy a estar un rato en mi habitación mamá.

- ¿Me dejas sola? -hace un puchero que la hace ver muy tierna.

- Solo será un rato, voy a acostarme. Sabes que nunca te dejaré sola

Llego a mi habitación y hago lo típico. Soltar mi mochila en una esquina y tumbarme en la cama, esta vez para tomar mi teléfono y escribirle a Chris.

Mensaje para: Christopher H.
Hola, andaba líada por eso no te respondí en el momento. ¿Cómo estás? No he sabido de ti en estos días?

Pasaron minutos y aún no me respondía así que me dispuse a organizar un poco el desorden de mi desastroso cuarto. Unos minutos después suena mi móvil.

Mensaje de: Christopher H.
¿Nos podemos ver urgente dónde la otra vez?

¿Urgente? ¿Habrá sucedido algo más con el durante estos días que no supe nada de su existencia? Sinceramente me sentía como su guardiana, la situación en la que nos conocimos no fue de la forma más habitual ni buena, sentía que en el fondo debía estar para él, lo consideraba ya como un amigo, tenía miedo que cometiera otra locura como esa y esta vez no estuviera ahí para salvarlo. Sin dudarlo un segundo me dispuse a ir allí, mi casa no quedaba muy lejos de los lugares que frecuentaba, además aún no era de noche.

Ya estaba llegando y el parque de la laguna estaba desierto así que tomo el camino por el cual aquella vez lo seguí hasta el lago. Ahí estaba otra vez, sentado bajo ese precioso árbol, con la cabeza baja, su típico gorro negro y unos audífonos en sus oídos. Lo más seguro es que no pudiera escuchar mientras me acercaba, así que sutilmente toqué su hombro para que notara mi presencia. El chico se gira hacia mí y al verme sonríe y se pone de pie para sorprenderme con un abrazo.

- Gracias por venir -me lo dice al oído.

Su abrazo era cálido y no dudé en devolverlo.

- ¿Que ha pasado? ¿Está todo bien? -le pregunto para al final deshacer nuestro abrazo.

- Necesito que me ayudes en algo.

- Vale haré lo que puedo, ¿Que sucede? -toma una pequeña bocanada de aire para luego hablar.

- Quisiera que me ayudaras a disfrutar la vida, segundo tras segundo, sin pausa.

Mi mirada se quedó flotando mientras pensaba a qué se refería, o más bien, ¿de que forma lo podría ayudar yo?

- ¿Pero como pretendes que te ayude? -le pregunto con una cara de confusión.

- Sencillo, cuando era pequeño escondí una cápsula aquí en este lugar, dentro hay algunas cosas que guardé de esa época, incluyendo una lista con cosas que quiero cumplir, y no sería muy divertido hacerlo solo. ¿Me ayudas?

Su plan sonaba divertido, volvería a sentirme como niña mientras buscábamos su cápsula y cumplíamos esos deseos, la verdad quería saber de mi monotonía de siempre, algo de aventura me vendría bien con mi nuevo amigo.
Entonces le doy al chico una sonrisa acompañada de una mirada de aprobación.

- De acuerdo, te ayudaré. -él sonríe de oreja a oreja y me hace sonreír a mi- ¿Por dónde hay que empezar?

- Podemos comenzar el lunes luego del horario escolar, ese será el primer paso.

- Aquí estaré. Ahora debo irme mamá me espera en casa.

- Está bien, ten cuidado, me quedaré un rato más a escuchar música y disfrutar del paisaje.

- Vale, un día te muestro mi repertorio de música favorito.

- Me encantaría saberlo. -sonrío al chico para ponerme de pie lista para retornar a casa.

- Nos vemos Christopher.

- Llámame mejor Chris.

- De acuerdo, Chris.

Ambos sonreímos para darnos un último adiós para yo poder regresar a mi acojedora casa y dejarlo a él en las melodías que estaba escuchando.
Me cae muy bien este chico, su personalidad es tierna, también es gracioso, tiene buen gusto musical y muy variado, sin duda si estuviera en el programa que veía con mi madre antes de venir lo escogería a él sin pensar, y por qué no decirlo, también era guapo, sus ojos y su sonrisa se destacaban cada vez que algo lo alegraba, no percibía ningún tattoo en las zonas descubiertas, tampoco un piercing, aunque eso da igual, solo creo que podría mejorar algo su estilo, si Bea lo viera correría a una tienda de ropa a vestir al chico.
Me gustó que contara conmigo para su plan de aventuras. Tenía muchas ganas de que ya encontramos esa cápsula y ver que había dentro, tal vez así descubriría un poco más de él, Chris.

Para Siempre © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora