Capítulo 7

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Christopher

Es lunes  en la mañana, mi pequeña hermana se encarga de despertarme como cada día.

- ¡Buenos días Chito, despierta ya!

- Ya estoy despierto Valeria. ¿Qué pasa?

- Ya me voy a la escuela, solo quería darte un beso.

Le doy un pequeño beso en la frente y corre veloz saliendo por la puerta de mi habitación. Mi hermana tiene solo seis años, cuando estaba aprendiendo a hablar decía mi nombre como "Chitofer" y con el tiempo lo cambió a como me dice ahora. La amo muchísimo, sin duda es la gran alegría de la casa.

- Chris nos vamos, recuerda ordenar tu cuarto. -se oye la voz de mamá diciéndome desde la puerta de salida.

- Sí mamá.

Me levanto de la cama y veo a mi gato negro a un lado de ella.

- Buenos días Freddy.

Voy al baño para tomar una ducha caliente y desayunar algo, Freddy me sigue durante todo el recorrido. 
Mi familia y yo vivimos en un pequeña casa pero bien acogedora para nosotros cuatro. Papá se va a trabajar bien temprano a la construcción, mamá es enfermera en el hospital de la ciudad y mi hermana cuando no está en la escuela se la pasa jugando en el patio de casa. Al igual que yo, mi hermana no tiene muchos amigos, es raro porque normalmente los niños son mucho más sociales con otros niños que no conozcan. Su único amigo fue Tobías, aunque parezca mentira también fue el mío, un simpático chico de 16 años... mejor no hablar de eso.

Me dirijo a mi cuarto para hacer lo que me mandó mi madre. No tenía tantas cosas en mi habitación, solo había una cama, una guitarra, un armario, una mesa con su silla y encima de la mesa una grabadora que me había regalado mi abuelo, él siempre la usaba para escuchar la radio por ahí, cuando me la dió a mi yo solo quería escuchar música colocándole mis CDs favoritos.
Cualquier adolescente normal escucharía música en su móvil pero yo quería conservar la función de la grabadora. Pongo un disco en ella de Imagine Dragons para que me acompañe mientras ordeno mi habitación.

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El lago de los ángeles es bellísimo, sin duda tuvo que haber sido hecho por ellos, este lugar te transporta a las canciones más hermosas del mundo.
Me encuentro esperando a Agatha, quedamos hoy aquí para realizar la búsqueda de la cápsula, sé dónde la enterré exactamente, tengo buena memoria.
Tenía muchas ganas de comenzar esta aventura, algunas cosas en mi lista las podía recordar, otras no, quería volver a sentirme niño, está vez acompañado de la dulce chica de ojos azules que me salvó de acabar con mi vida.
Ya la sentía cerca, quería hacerme el que no se daba cuenta, ella no es muy buena guardando silencio, sus pasos son fuertes y precisos.

- Ya estoy aquí -me giro y le sonrió.

- No te escuché llegar, justo a tiempo. ¿Lista para comenzar? -ella se acerca un poco más a dónde estoy, no es muy pequeña, así que no tengo que bajar tanto la cabeza cuando hablo con ella.

- Antes quería preguntarte un par de cosas, sobre lo que pasó el sábado en la noche -ella baja un poco la mirada.

- ¿Te sientes bien? -le pregunto preocupado.

- Primeramente quería agradecerte, de no ser por ti no sé si habría llegado a mi casa esa noche. Bebí demasiado.

- Pues sí que bebiste, mientras te cargaba a casa no parabas de decir que tenías alas y podías volar, comenzaste a aletear con los brazos, lo cuál me complicó un poco la caminata.

- Perdón por eso. -baja la mirada nuevamente avergonzada. - ¿Como sabías dónde vivía?

- Lo ponía en tu móvil en la parte de emergencia. Tu misma luego me diste la llave para poder entrar, creo que no había nadie en casa.

Para Siempre © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora