Capítulo 22

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Agatha

Entro a casa dando un puertazo.

- ¿¡Agatha que te pasa por qué estás así!? -Bea se encontraba aún en mi casa, se levanta rápidamente al verme en ese estado- Mierda Agatha me estás asustando. ¿¡Qué rayos pasó!?

- ¡Está muerto joder! ¡Chris está muerto! -Bea se petrifica al igual que yo al recibir la noticia. Tras verme en ese estado de desesperación luego de un par de minutos su cuerpo me cubre dándome un abrazo que de verdad estaba necesitando- Está muerto Bea -digo mediante sollozos en los brazos de mi amiga.

Ella tan siquiera habla, solo me mantiene acogida en sus brazos sin siquiera decir una palabra, prefería que fuese así. Yo mismo no era capaz de entender lo que estaba viviendo.

Los minutos pasan y para mí el tiempo se me vuelve eterno. Deseaba tanto que esta fuera otra de mis pesadillas, quería despertarme de una vez por todas. Hace apenas dos días Chris me estaba cautivando con su angelical mirada, y ahora, él se había convertido en un verdadero ángel, una estrella.

¿¡Por qué joder!? ¿¡Por qué tú!?

Si el cielo hubiese visto a tu madre llorándote frente a tu tumba no te habría llevado hasta él. No era cierto esto. ¡Chris vuelve! No quiero volver a pasar por algo así, primero mi padre y ahora tú, simplemente no es justo maldita sea, ¿por qué la vida me arrebata lo que me hace feliz?, ¿por qué las personas que me hacen crecer se tienen que ir?, simplemente no lo entiendo, solo quiero saber por qué.

¿Por qué, Chris?

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Días después

- ¿No deseas que te acompañe cariño?

- No mamá, prefiero ir sola.

Le doy una última mirada a mi madre para comenzar a adentrarme en el cementerio, luego de terribles días de llanto en la soledad de mi habitación me quise atrever a visitarte Chris.

Aquí estás.

Te he traído unas flores, nunca supe si te gustaban, tal vez hasta eras alérgico, pero aquí están.

Limpio un poco unas hojas que cayeron sobre el grueso mármol y tomo asiento.

Tengo tantas preguntas Chris, preguntas que se quedarán sin respuesta.

No me pasa por la mente que moriste aquella madrugada, esa en que yo cerré los ojos para dormir junto a tu cuerpo, pero los tuyos no volvieron a abrirse.

¿Cómo voy a acostumbrarme a no escuchar tu voz?

Las primeras lágrimas comienzan a caer.

¿Cómo me explico a mi misma que tú ya no volverás?

Hoy el cielo está más bello que nunca, y como no iba a estarlo, si estás allí arriba.

Desearía tanto que no fuera tu nombre el que estuviera escrito en esa lápida, para ser sincera, desearía que fuera incluso el mío.

Mi cuerpo se pone de pie y al hacerlo algo cae de mi bolsillo hasta el suelo. Me agacho para recoger lo que se había caído, una pequeña llave, no cualquiera, era esa llave que Chris me dió cuando estábamos haciendo el viaje en globo. Tantas cosas comenzaron a pasar por mi mente, pero algo si era seguro, dentro del pequeño baúl que se abría con esta llave, estaba la respuesta a todo lo que quería saber.

Volveré cuando tenga esas respuestas Chris. Antes de marcharme, mi vista se dirige hacia la lápida de al lado.

"Tobías William Silvestre 2005-2021"

Para Siempre © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora