Capítulo 14

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Christopher

El Lago está más que bello en estos fríos días de octubre. El otoño anuncia que está presente y aquí estoy yo con mi guitarra sentado apreciando el paisaje.

Unas cuantas melodías bastan para hacerme sentir en calma en este lugar. Quería permanecer aquí el mayor tiempo posible.

Me había puesto mi gorro oscuro y una chaqueta de mezclilla a juego con mis jeans.

El silencio se rompe al escuchar mi nombre detrás de mí con una voz solloza.

- ¡Chris! -me volteo rápidamente para ver al ángel de ojos azules derramando lágrimas.

- ¡¿Agatha que te sucede está todo bien?! -muestro mi preocupación.

La chica corre rápidamente hacía mí y me abraza fuertemente, puedo sentir su corazón como late, traía la cara empapada de lágrimas, su voz estaba quebrada.

- He peleado con mi madre -dice en sollozos- Me voy a vivir a otra ciudad con ella -me dice y nunca deshago el abrazo.

- ¿Otra ciudad?¿Cómo?¿Cuando? -le pregunto sorprendido.

- ¡No lo sé joder! ¡Solo se que no quiero irme de aquí! ¡En este lugar he crecido toda mi vida, en esta ciudad es donde estoy conectada con mi padre, si me voy dejaría de tenerlo! -continua diciendo mientras caen lágrimas de sus ojos- No pude aguantar más estar en casa y salí corriendo de allí.

- Tranquila aquí estás a salvo -tomo su rostro con mis manos delicadamente- Primero necesito que te calmes y me mires -levanto su mandíbula hasta que se quede mirándome- Todo va a estar bien ángel, te lo prometo.

Pasan unos minutos y por fin se calma luego de contarme con exactitud cómo su madre y su ahora padrastro tenían planes de dejar la ciudad. Está sentada a mi lado y puedo sentir su agonía. Ella no quería dejar esta ciudad, durante todo el tiempo que la conocía había notado lo mucho que está conectada con su padre, y alejarse de toda esa conexión no le haría bien aunque llegara a adaptarse.

- Entonces, ¿es seguro que te vas? -le pregunto luego de que ya noto su tranquilidad.

- Para ella sí, pero no pensó en mí -dice la chica con voz tajante.

- Que sepas que si te vas te voy a extrañar mucho -le digo y logro que sonría y sus cachetes se sonrojen- Ya no tendré a nadie que me escuche cantar.

- Te tengo grabado en mi móvil. Escucho la grabación cada noche.

- ¿Cada noche?

- Cada una de mis noches te estoy escuchando -me dice la chica y creo que soy yo ahora quien se sonroja.

Agatha le da un vistazo a mi guitarra y comienza a reír.

- ¿Es en serio? - sigue riendo mientras señala a la curita que le tenía pegada a la guitarra.

- Para eso era la curita extra que te pedí la otra noche. Solo recibió un rasguño pero ahora está mejor -le digo y ella sonríe, es demasiado bella- Te quiero llevar a un lugar -digo firme.

- ¿A mi? ¿A dónde? -pregunta con la ceja alzada.

- Tranquila que esta vez no habrá nada de agua alrededor.

- Vale pues entonces vamos -ella me asiente con una sonrisa.

Había traído mi camioneta y esta vez la llevaría a un lugar especial para mí. Era uno de mis lugares favoritos, pero a la vez de los lugares más tristes cuando lo visito.

Le abro la puerta para que suba a la camioneta y luego me subo yo del lado del conductor.

- ¿Lista? -le doy una mirada a la chica.

Para Siempre © [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora