Siempre serás una bestia. [Darbella]

EXTRA 1: LA BESTIA.

¡Hola! Aquí Brooke de nuevo. Hace ya un tiempo, mis padres han decidió dejarme el labor de narrar las nuevas historias y ya sido tan ¡Emocionante!
He visto muchas cosas y la verdad es que me moría por contarles esta historia.

Pero, ya es momento que esta nueva historia comience.

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En tierras lejanas, un pequeño pero sustentable reino gobernaba gran parte de territorio de Francia. Los ciervos trabajan sin pesar para llevar alimento a su familia, sin embargo, cada uno de ellos vivía bajo la presión de las garras del soberano de todo el reino: El príncipe Daring Charming.

Justo en lo más alto del bosque, un lujoso y ostentoso palacio podía verse. Quien lo viera podía aceptar que era lo más hermoso que había visto; Sus paredes en un blanco puro con decoraciones en dorado y celeste, en los picos de las torres, podían verse numerosas estatuas de angeles y animales esculpidas en mármol puro, el jardín verde y saludable era decorado por la gran fuente justo en medio de ella, pero, sin duda lo que más llamaba la atención de los afortunados visitantes...era el gran y perfecto rosal. Hermosas rosas crecían en esas tierras, pero ninguna cómo las de la corona Charming.

En honor a su hogar, el príncipe era hermoso y amaba que las cosas fueran así. La palabra «fealdad» no estaba en su vocabulario, cada día se aseguraba que todo estuviera en perfectas condiciones, todo debía estar resplandeciente y digno de ser parte de las pertenencias del príncipe. Pero, si algo estaba fuera de su lugar o en malas condiciones, los sirvientes eran castigados bajo la mano de Daring.

A sus ojos, él era digno de la perfección. Solo él.

A pesar de ello, Daring jamás pensó que su vanidad, egoísmo y oscuro corazón le costaría todo lo que tenía.

En la noche del cumpleaños 19 del principe, todo el servicio se dedicó a lustrar y a preparar el gran palacio.
Las invitaciones fueron repartidas a las más prestigiosas y hermosas familias, la plebe y los mendigos fueron vetados sin excepción alguna.

Al caer la noche, la orquesta animaba a las personas, los bailes llenaban el salón mientras que otros se embriagaban con los más exquisitos vinos de todo el reino, todos pusieron su atención al príncipe, quién había portado un elegante y majestuoso traje turquesa y con su rostro ligeramente pintado al puro estilo de la nobleza, los aplausos alimentaron el ego del principe, quien tenía una gran sonrisa en su rostro.

—¡Vamos! No merezco sus aplausos...bueno, un poco más— Una vez más, fue alabado hasta detener el bullicio con un suave ademán. —Quiero agradecer a todos ustedes por venir aquí. Amigos, nos conocemos desde que yo era un simple aprendiz de mi padre, él falleció hace poco, pero antes de irse se aseguró que mi hermano y yo fuéramos... invencibles. Y lo soy.— Río con intención de enaltecerse así mismo. —Desde que tome mi lugar en el trono, me he prometido mejorar todo para que el mundo enteró nos conozca...todos sabrán que Daring Charming es el rey perfecto...¡Solo yo puedo hacerlo! He trabajado muy duro...a pesar de los tropiezos— Su mirada celeste se dirigió a una de las entradas del servicio con cierto sentimiento de burla a los fieles sirvientes que miraban a su príncipe desde las sombras.

—Es porque yo.

Un golpe fuerte resonó desde la entrada principal, aunque la tormenta caía en el reino, el golpe había Sido suficiente para interrumpir el discurso de Daring.

—Porque yo...— Un nuevo golpe interrumpió su hablar, provocando que la sangre azul del rubio se calentará. —Estúpidos sirvientes...—Dijo entre dientes. —Un momento...— Caminó con paso firme hasta el vestíbulo y con irá abrió la puerta —¡¿Quién ha irrumpido en mi cumpleaños!?—