Capítulo II

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- Hajime, te presento a Ushijima Wakatoshi. Viene del reino de Shiratorizawa. Él te enseñará modales.
Al lado izquierdo del trono, abajo de los escalones, se encontraba un hombre alto y musculoso, vestido con un chaleco formal de color fucsia y una camisa blanca de manga larga, pantalones cafés y unas botas altas de cuero. Detrás de él, un joven de cabello albino puntiagudo, que veía por una de las vitrinas.
- Es un placer servirle, majestad.- dijo con su voz grave. Volteo ligeramente hacia atrás y se aclaró la garganta. El chico volteo hacia enfrente con cara de no saber dónde estaba.
- Este es mí pupilo.- lo presento, viendo que el otro no tenía ganas de hablar.- El príncipe Bokuto Kōtarō, del reino de-
- ¡Oh!- lo interrumpió Bokuto, saliendo de detrás de él.- ¡Ustedes eran los que estaban peleando allá abajo!- grito, señalando a Iwaizumi y Mattsun. Estos se quedaron pasmados ante el grito del otro príncipe. Ushijima cerro los ojos y frunció el seño.
- Joven príncipe...- fue lo único que se necesito para que Bokuto regresará a su posición inicial, y susurrara una disculpa.
- Me disculpo por el comportamiento del príncipe.- siguió el peliverde.- No está acostumbrado a convivir con muchas personas, en especial de la realeza...
Todos en la sala se quedaron con cara de confundidos, incluso los guardias de la entrada, y hasta el pájaro que volaba en ese instante al lado de las vitrinas.
- Bueno... Creo que... Sí, eso es todo. Pueden retirarse.- balbuceo el rey, todavía confundido con lo que había dicho respecto al príncipe.
Mattsun, Hajime y Ushiwaka hicieron una reverencia, mientras que Bokuto solo se dirigió a la puerta directamente.

Al salir de la sala del trono Ushiwaka le dijo a Hajime que ese mismo día iban a empezar con las lecciones. Porque, no solo no tenía modales en la mesa, sino que no tenía ni la más mínima aptitud en el campo de la política. Ni siquiera podía decir en donde exactamente estaba su reino en el continente. Le dijo a Mattsun que se podía retirar, por lo que ahora solo quedaban los dos príncipes y su instructor, caminando por los pasillos. Ushiwaka caminaba muy decidido, como si ya conociera el castillo de memoria.
Pasaban por un pasillo, con ventanas que llegaban desde el suelo hasta el techo, de unos 6 metros de alto. El atardecer se ponía y los rayos de sol alcanzaban los rostros de los tres. Ushiwaka paro frente a una de las ventanas.
- Dime, joven príncipe, ¿qué tanto sabes de los otros reino?
Hajime se tuvo que pensarselo más de dos veces. Recordaba haber escuchado un par de cosas sobre los demás reinos, pero solo junto con las aventuras disparatadas de sus compañeros soldados, que ya habían viajado entre reinos.
- Su reino, Shiratorizawa, es el más grande de todos. Sé que el Reino de Nekoma ha estado esparciendo se últimamente, robando territorio de a poco. También, que Dateko, queriéndose apartar de las disputas de los otros reinos, construyo una muralla a su alrededor. Ah, y que el pequeño Inarizaki nos aporta comida y suministros a todos los reinos.

Dijo todo lo que podía recordar acerca de los reinos. Ushiwaka sonrió.
- Muy bien. Sabes lo básico, eso es bueno. Y que te hayas acordado del reino de Inarizaki me alegra. ¿Sabes por casualidad, cómo se organizan los reinos?
Y otra vez, Iwaizumi se lo tuvo que pensar más de dos veces. ¿Los reinos estaban organizados de diferentes formas? Claro que sabía que no todos tenían los mismos recursos o habilidades pero, ¿organizados? ¿Así de mal estaba su relación política? O, por lo menos, eso era lo que pensaba él.
- No, señor. No lo sé.
(Pffs. "Señor")

- Déjame explicarte. Pon atención, está será tu primera lección.
Bokuto, al ver que la conversación no iba a ir en torno suyo, se sentó en el suelo, con las piernas cruzadas, y en silencio se quedó viendo a la ventana.
- Existen 9 reinos en total, y se dividen en altos, bajos y medios. Cómo podrás adivinar, Shiratorizawa y Aoba Jōsai están en los altos. Shiratorizawa llego a la cima gracias a que somos muy buenos en políticas y liderazgo, en especial por nuestra disciplina. Aoba Jōsai llego lejos gracias a que su territorio contiene abundantes minas, lo que quiere decir, abundantes piedras preciosas. Es el Reino más rico de todos. Deberías de estar orgulloso.

Iwaizumi se sentía de todo menos orgulloso. Por esta misma causa era que ellos tenían al reino con más crímenes y robos de todos. Por eso quería convertirse en caballero.
Ushiwaka siguió:
- Los reinos medios se componen de tres: Nekoma, Fukurōdani y Karasuno. Nekoma también está llena de riquezas, y tiene un singular reparto de la realeza: en vez de tener un rey y una reina, tienen a lo que llaman Consejo o Corte, constituido ahora mismo por 6 integrantes, que conoceremos en otro momento. Fukurōdani es famoso por su ejército, ya que es el más grande de todos... En realidad, no entiendo todavía porqué no es un reino alto...- dijo entre un susurro, como si pretendiera que Bokuto no lo escuchara.
- Y, ¿Qué hay de Karasuno?- pregunto Hajime.
- Mmmm, bueno... No se sabe de el desde hace mucho. Su rey, Ikkei Ukai, enfermo hace mucho, y no se ha recuperado del todo. Ya había dado la orden de que su sobrino, Keishin, fuera el rey, pero este lo rechazó y decidió cuidar de él. Por el momento, no estoy seguro si hay alguien que lo gobierne. Tampoco estoy seguro de cómo fue que llegó a los medios. Quiero decir, - continuó al ver lo confundido que estaba el príncipe- en mi perspectiva, Karasuno sería un reino bajo.
Hajime lo pensó por un momento.
- ¿ Y qué hay de los bajos?
- Ah, sí, claro. Los bajos se conforman con los países de Inarizaki, Nohebi y Dateko. Inarizaki se proclamó el mismo un bajo, no tenía tierras grandes pero sí muy fértiles. Y como tu ya lo has dicho, nos proporciona alimento a todos los reinos. Dateko no se quería exponer a la guerra de hace medio siglo, por lo que construyó una muralla a su alrededor. Actualmente nadie sabe qué pasa adentro de sus confines. Nadie, excepto los reyes y reinas que asisten a las Reuniones Reales entre Reinos. En cuanto a Nohebi... Bueno, es un reino un tanto complicado. Por un lado está el rey, Suguru Daishō, que le gusta entrar en guerras sin sentido, casi siempre contra Nekoma. Refuerza su ejército seguido, y no le porta tanto la seguridad en su reino. Y por el otro, está la reina, Mika Yamaka, una bondadosa mujer, que hace todo lo que puede para mantener el Reino a flote. A pesar de sus diferencias, este reino vive sin ninguna inquietud, y los reyes jamás han peleado desde su casamiento.
Iwaizumi lo reflexionó un poco. Había escuchado a sus padres pelear varias veces desde que entró en la armada, y sus peleas siempre eran las mismas: su madre no quería que su hijo fuera caballero, y su padre apoyaba a su hijo con un 100%. Sería lindo ver qué ya no pelearan.
- Espere, dijo que eran 9 reinos. Solo ha mencionado a 8.- se dio cuenta, después de repasar los hechos.
- Es porque el último no es un reino, es una isla. - dijo el muchacho albino por primera vez en la conversación, viendo a la ventana todavía.
Iwaizumi lo vio confundido, y Ushiwaka lo volteo a ver sorprendido, como si fuera la primera vez que lo escuchara hablar. El príncipe se volteo, y se sorprendió por la mirada de ambos.
- ¿No sabían?
- No, claro que no.- mintió el más mayor, insitando al albino a seguir hablando. Se notaba que no hablaba con cualquiera.
- Cuando era niño fui a esas islas de visita con mis padres. Allá no habían rey o reina, sino solo un príncipe pequeño pequeñito. - explico, uniendo los dedos pulgar e índice.- Jugué con él en los jardines. Su tío, un consejero real, es el que hace todas las desiciones. Creo que ahora ya es mayor de edad, y junto con su primo están poniéndole vida a las islas de nuevo.

Era Medieval [ A Haikyuu Fan Fiction ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora