Era Medieval [ A Haikyuu Fan Fiction ]

Capítulo XII

Los pasos apresurados de Hajime resonaban por los grandes pasillos del palacio. Las cadenas de la vaina chocando contra la espada hacían eco por el movimiento apresurado. Hajime no tenía aliento, pero tenía que llegar con Ushijima.

.

El príncipe plateado, como ahora llamaban a Bokuto en el reino por salir en las noches de luna llena y su capa plateada, paseaba por el pueblo tranquilo. No llevaba guardias ni carruaje. Caminaba en vez de llevar caballo. Mantenía una sonrisa y saludaba a quien se le atravezace. Varias veces paro frente a alguna que otra tienda a comprar comida, incluyendo la panadería en la que Daichi trabajaba ahora. Ushijima les habia dado libre el día, y la verdad era que no tenia nada más que hacer. No como Iwaizumi, quien tenía sus entrenamientos y los pequeños trabajos principescos que su padre le comenzo a mandar. Bokuto no supo que hacer, entonces decidio dar una vuelta por el pueblo.

Disfrutaba de la compañía de los aldeanos. Siempre habia estado entre ellos desde que Ushijima lo habia tomado como pupilo. Viajando tras los reinos, descubriendo bosques, conociendo personas. Recordó a su amigo del reino de Nekoma. Un testarudo que le encantaba molestarlo. "Tonto gato negro..." penso el albino.
En la calle, se le cruzo un perro callejero, que casi lo hizo tropezar con todos los bollos que tenía en las manos. El perro se sento frente a el y le hizo ojitos, haciendo que Bokuto se apiadara de él y le dio uno de sus bollos. Al cabo de una hora, se volvió a encontrar al perro al lado de unos establos. Llevaba unas tartas de mermelada, y le dio un pedazo. En otro momento, el mismo perro se le acercó cuando salía del mercado central, y le tiró una manzana lejos.

A medio día Bokuto se hallaba sentado en una fuente quién sabe dónde, comiendo una gran pierna de pavo. A su lado estaba el perro, comiendose una empanada. Los dos, después de terminarse la comida, se voltearon a la fuente y tomaron un poco de agua. Una mujer que llenaba su balde de agua en la misma fuente se rio por lo bajo.
Despues de eso Bokuto no volvio a ver al perro, y extrañó su compañía en lo que restó del día.

A eso de las 5 de la tarde Bokuto se había aburrido del pueblo, por lo que entró en el bosque a explorar un poco.
Se preguntaba qué estaria haciendo Hajime en este momento. Se imaginaba que Mattsun estaba molestandolo sin darle importancia a lo que sea que estaba haciendo. Se rio por lo bajo.
Ya estaba atardeciendo, pero los árboles hacían que se viera mucho más oscuro. Bokuto podía escuchar los sonidos de la naturaleza solo para él. El viento rozando las copas de los árboles, el rasgeo de la grama al caminar, las hojas de los arbustos entre chocando en los cuerpos de los animales. Encontró un pequeño páramo cerca de un río, donde decidio relajarse un rato. Se recostó en un árbol, y cerro los ojos para relajarse. El sonido del río y los pájaros le adormecio, y el reflejo del sol en el agua no ayudaba. No se dio cuenta cuando se quedo dormido.

.

El cielo nocturno cubría el rostro del príncipe. Dormía tranquilamente, y sorprendentemente con una sonrisa en su rostro. Tres lobos de montaña estaban recostados a sus lados. Había algo en él que lo hacia ver familiar. Como si ya lo hubiera conocido antes. Pero eso no podia ser posible, jamás habían cruzado caminos hasta ese momento. Es cierto que habia visto pinturas y algunos retratos, pero allí parecía un niño. Supuso que después de que el tal Ushijima se lo haya llevado no se molestaron en actualizar la información sobre el príncipe. Aún así, el ninja habia podido dar con su ubicación. No por nada era el mejor de su clase.

Desenvaino su katana silencioso y rápido. La cinta morada que colgaba del mango flotó en el aire. Acercó la punta con el lado filoso al cuello del joven príncipe lentamente. Y, por primera vez en su miserable vida, dudo.

.

Por imposible que pareciera, Hajime llego a la biblioteca a la velocidad de la luz.
A la tarde del dia anterior Ushijima le habia dicho a Hajime que retomarian las clases por la mañana, pero cuando fue a buscar a Bokuto a su alcoba, no estaba. Hajime sabía que habían algunas noches en las que Bokuto no podia consolar sueño, cosa para nada buena si querian complacer a Ushijima. Pero ese día no lo encontró en ningun lugar del palacio.

Abrió las puertas de la biblioteca con tanta fuerza que resonaron en toda la habitación. Una habitación que ocupaba casi la mitad del castillo. Ushijima estaba sentado en una mesa larga leyendo un viejo manuscrito como si no hubiera escuchado nada.

-¡Ushijima-san!- gritó el príncipe.
-¿Qué no sabes guardar silencio en una-
- Es Kōtarō. Desapareció.

.
.
.
.
.
.
(Todos sabemos quien es el ninja, no?👀 me disculpo por el cap, pero wme estoy coenzando a aburrir. Me disculpo de antemano por si lo dejo asi. )