Era Medieval [ A Haikyuu Fan Fiction ]

Capítulo XIV

(Antes de empezar, agradezco a esas 7 personas, o misma persona con 7 cuentas, algo no probable pq la historia es una vasura,que siempre leen los capitulos justo cuando los subo. Gracias. También, se me ocurrió una mamada que estaría perfecta ponerla, aunque cambie el curso de la historia, pero está buenísima y no me importa rehacer la historia solo para poner esa bobada. Advertencia, aquí comienza el revoltijo)
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Mattsun y Hajime andaban de un lado para otro por el pueblo. Después de preguntarle a medio mundo llegaron a la panadería en la que estaba Daichi.

- Sí, claro. Vino ayer y compró 15 empanadas, 3 sándwiches y 8 tartas de mermelada. - contestó cuando le peeguntaron si había visto a Bokuto.

- ¿Y viste hacia donde se dirigió?- preguntó el príncipe.
- Pues, no.

Hajime se veia decepcionado y frustrado. Lo único que conseguían sacarle a las personas sobre Bokuto era que compraba comida. Mucha comida.

- ¿Para qué quieren saber de todas formas? ¿No le pueden preguntar a él mismo?- les preguntó Daichi, recostando un brazo en la mesa del mostrador, donde Hajime se habia rendido. Mattsun los veía desde un poco atrás, curioso de lo que le hiría a responder. Hajime no lo pudo contener más.

- Kōtarō desapareció.- dijo en un murmullo lo suficientemente alto para que solo ellos dos lo escucharan. Daichi se veía tranquilo por fuera, a diferencia de Mattsun que tenía los ojos como platos, ofendido de que confiara en Daichi así nomás. Silecio sepulcral en el local.

- Bromeas.
Dijo con una sonrisa nerviosa. Hajime movió su cabeza de un lado al otro, todavía en la mesa.
-¿Es en serio?- volteo a Mattsun.
- En serio.
- Ajá...
Su sonrisa fue reemplazada por una mirada seria.
- ¿En qué puedo ayudar?
Hajime no respondió en el instante. Su cara seguía sumergida en la madera. Procesando las palabras, levantó la cabeza tan rápido que le dio un cabesazo a Daichi en la nariz, con estrellas radiando sus ojos.
- ¡¿En serio me ayudarás?!
Daichi se sobó la nariz con dolor, pero logró asentir.
Mattsun los veía aún ofendido, pero cargó con eso. Al final del día pudieron descubrir que Bokuto se había dirigido al bosque y no regresó. Acordaron juntarse en la mañana del día siguiente para buscarlo. Daichi aprovecharía la oportunidad para regresar a Karasuno, ya que el tema del que hablaron con Hajime ya se había arreglado y Mattsun no tuvo ni idea de qué era. El dueño de la panadería casi llora cuando le dijo que se iría.

Al día siguiente, como habían quedado, llegaron los tres a la fuente cerca del bosque. Daichi llevaba menos bolsos de los que traía, así que sería más fácil caminar. Pues entraron al bosque. Después de viajar un par de kilómetros pararon a descansar. Ninguno de ellos habló. Hajime de la preocupación, Mattsun de resentimiento, y quién sabe por qué Daichi no habló. No habían sonidos en el bosque, lo que lo hacía un poco incómodo.

Siguieron avanzando. A pesar de no encontrar ni un solo rastro de Bokuto, Hajime seguía buscando. Daichi empezó a sentirse intranquilo. Atrajo a Mattsun, que iba frente a él, y le dijo al oído.
- Creo que nos están siguiendo.
- ¿Quiénes?- Mattsun sonó preocupado.
- No lo se, pero puedo sentir su presencia.
Mattsun eperaba una mejor respuesta, pero se mantuvo alerta. Hajime no lo notó, y siguió avanzando normal.

El bosque sí que estaba apagado ese día. No solo el sol se sentía débil, sino que parecía como si todos los animales se hubieran ido de allí. A lo lejos, Mattsun escuchó una rama quebrarse, seguido de hojas raspando. Mattsun sacó su espada y se interpuso entre Hajime y el arbusto. Salió una figura humana a toda velocidad. Mattsun alzó su espada hacia el.
- ¡AAHH!
- ¡AH!
- ¡AAHH!
- ¡CÁLLATE!
- ¿Kyoutani?- los interrumpió Hajime, apartando a Mattsun del camino.
- Emmm....
- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Bueno...- frunció el ceño, de seguro intentando inventarse una mentira más creíble que " estaba de paso" o algo así. Al final se rindió y les dijo que los había seguido.