Capítulo XXVI

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A ver qué me fumo en este capítulo. @Hayami-Himura Tu pedido es mi comando.

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A Hinata jamás le ha gustado el castillo.

Toda esa oscuridad y serenidad siempre lo dejaban inquieto. Escalofríos pasaban bajo su espalda al escuchar el eco de las pisadas. Odiaba los sombríos pasillos y las telarañas en cada esquina. No podía dormir con aquel silencio que lo mantenía alerta. A Hinata jamás le ha gustado el castillo, pero odiaba con todo su ser una cama ocupada en silencio.

Era cierto que no le caía muy bien el rubio, pero era un buen soldado, uno de los mejores además. Pero su sombría forma de dormir lo inquietaba hasta los huesos. Dormía completamente recto, siempre dándole la espalda, pero nunca se movía al respirar. Muchas veces Hinata había confundido su sueño con que estaba muerto, y más de una vez se había ganado una buena propinada en la cabeza. El tipo ni respiraba al dormir, ¿qué quería que hiciera además de preocuparse? Parecía cadaver en su tumba. Claro que en comparación con el tipo de pecas, Hinata prefería la calma de Tsukishima.

No era que Hinata no quisiera a Yamaguchi, pero el tipo a veces era demasiado estresado. Y por esa misma razón, no cumplía del todo con su trabajo. Tenía un buen corazón y sabía pelear, pero carecía de la ferocidad que los otros dos tenían. Se sentía mal por todo aquel al que le tocaba recibir de la sofocante ola de poder que Kageyama radiaba y simpatizaba con los pobres que venían a pedir auxilio del tirano. Hinata no entendía cómo alguien tan despectivo como Kageyama podía llegar a llamarle la atención un cobarde como Yamaguchi.

Aún con todo y esto, quería a su querido amigo ansioso.

Quien extrañamente no era tan diferente de su querida amiga ansiosa. Yachi tenía habilidades que iban mucho más allá de lo que el cerebro de Hinata podía procesar, y él creía firmemente que era por esa razón que Kageyama la mantenía muy cerca de él. Aunque, conociéndola, ella no ve así la situación. Probablemente esté estresada por todo el ardúo trabajo que el rey ponía en sus hombros, y se mantenía en un estado de alerta mucho mayor que el de Hinata. Todo el tiempo. Incluso en sus días libres, la rubia creía que algún mal iba a caer sobre ella. Hinata no la culpaba, el lugar era tan sombrío que incluso él mismo creía perder toda esperanza.

Habían días que la mandarina se sentía sin fuerzas para hacer absolutamente nada. Su guardia bajaba y dejaba pasar muchos de los insultos de Tsukishima. Incluso se tomaba a pecho algunos. Pero no podía encontrar energía alguna para reprocharle o responderle. Esos días Tanaka-sempai y Noya-sempai parecían que no se le acercaban con tanto entusiasmo como solían hacerlo, o no se acercaban para nada. Y Daichi-san le preguntaba si estaba comiendo bien. Hinata no tenía idea de cómo se veía a los ojos de los demás, pero por dentro él no se sentía para nada bien.

Se preguntaba si realmente alcanzaría sus metas. Si realmente, lo que hacía lo ayudaba a avanzar en el camino que había elegido seguir. Si realmente estaba haciendo algún cambio. Seguía haciendo sus tareas como todos los días, pero sentía que no tenían sentido hacerlas. Algo faltaba...

Descubrió ese algo que le faltaba en su vida tres años después al servicio de Kageyama.

El tipo era más irritante que Tsukishima, más grotesco que Tanaka-sempai, y mucho más egoísta que cualquiera en el reino. (Hinata podía decir que era tan estúpido como él, pero eso lo degradaría a él también). El tarado, además, tenía los huevos suficientes como para responderle al consejo de ancianos, el cual solo tenía un integrante: su propio abuelo. Hinata podía citar una gran lista de todos los malos aspectos del joven rey, por supuesto. Pero también podía citar una de todo en lo que era bueno. Era orgulloso y apasionado; muy bueno en lo que hacía, pero solo tenía inteligencia para lo que en verdad le interesaba, como estrategias de guerra y el entrenamiento de los soldados. El ejército de Karasuno era su prioridad y, cuando se le antojaba, podía ser bueno en el reparto de bienes en el reino. Hinata odiaba admitirlo, pero Kageyama era realmente una buena influencia en el reino.

Era Medieval [ A Haikyuu Fan Fiction ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora