Esa primera batalla, mi primera vez fue desgarradora por decir lo minimo.
No poseía mi espada, no tenía adeptos, no tenía huestes infernales bajo mi mando.
Los pocos seres mágicos y supuestos amigos de la oscuridad que pudimos reunir libramos no una batalla, sino que sobrevivimos a una masacre total.
Demian peleó solo con Victoria y Robert.
Solo ellos tres pudieron derrotar a mi enclenque ejercito de solo diez mil almas que querían derrocar también a Demian.
Ellos no se sorprendieron al verme comandar a esas ridículo ejercito.
Incluso parecía que lo esperaban...
Sin que movieran mucho sus manos, ellos despedazaron a cada ser oscuro, magico e incluso humano que logre engañar.
Y de nuevo me capturaron para torturarme.
Esta vez fue Robert el que se encargó de eso.
Ese híbrido bastardo no solo me violó en incontables ocasiones con su miembro y diversas cosas que metía en mis tiernos agujeros provocándome un dolor insoportable.
Él también disfrutó clavarme su daga en mi vientre y abrirme un agujero.
Revolvía mis entrañas causándome un dolor inenarrable.
Después me mostraba mi sangre naranja y morada que goteaba de su mano.
Me hizo comerla el bastardo!
Cuando se cansó de mis chillidos de agonía me aventó fuera de su fortaleza al tormentoso mar oscuro.
Los remolinos furiosos de agua me atraparon.
Me golpearon, me quebraron de nuevo los huesos que se habían curado ya.
Las aguas se tragaron mis gritos de agonía y deje de luchar...
Caí profundamente hacía el fondo del mar.
Las bestias y monstruos marinos ni siquiera me hicieron el favor de devorarme para que mi sufrimiento fuera terminado.
Mi piel se hinchó por el agua como si fuera un globo.
Y descendí a las profundidades de este mar maldito.
Caí por una estrecha brecha y me desplome en la tierra ardiente.
El centro de la tierra abrió una rendija para que mi cuerpo aterrizara en ella.
Cerré los ojos.
Dejé de existir hasta que sentí un pequeño calor a mi lado.
Una débil flamita azul tocaba con curiosidad los gordos dedos negros de mi mano.
Con mucho dolor abrí los ojos inundados en agua para ver mejor que cosa me irradiaba calor.
Las dos nos vimos cara a cara.
Las dos comprendimos el dolor que sentíamos por dentro.
Ella había sido rechazada en el fuego eterno del centro de la tierra.
Había sido desechada como indeseable basura.
Y nos habíamos encontrado por pura casualidad.
Ella, tan débil la flamita, secó el agua de mi mano.
Yo comencé a expulsarla por todos mis orificios...
Hasta que solo qued3 como una masa lánguida pálida sin forma ni fuerzas.
"Comida..."
Le suplique en mi mente.La flama me trajo piedras carbonizadas azules para que me alimentara.
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Lilith, Vampiresa Sensual
Romance"Eres MIA Lilith!" Mi amante vampiro exclama posesivamente. Te atreves a entrar en mi mundo de lujuria eterna? Dejame corromperte el alma...