Lilith, Vampiresa Sensual

Celebridades Reales

"Acepto."

Todos soltamos la respiración que habíamos contenido en espera de la respuesta de mi Belle hacia Reginald Thorne.

El joven sonríe mostrando sus resplandecientes ojos morados.

Como el color del fuego morado que ahora casi se extingue a sus pies.

"Sin embargo..."

Mi Belle se acerca a Reginald hasta quedar frente a Él.

El fuego morado de Viggo la rodea protegiéndola.

Una de las cualidades más preciadas de mi Belle adorada, es que ella siempre ha sido muy honesta.

"Sin embargo quiero que esperamos doscientos o trescientos años para conocernos mejor antes de que nos casemos."

"Esa es mi condición Reginald."

Todos miramos al chico quien tiene una cara muy larga y seria.

"Apuestas Viggo?"
Cuestiono a mi hombre.

"Claro que si Lilith, yo digo que sigue adelante con la petición de tu hija."
Responde Viggo.

"Yo digo que se retira con la cola entre las patas..."

"O más bien con los colmillos rotos en este caso."

Esta apuesta la hacemos mentalmente Viggo y yo mientras que no despegamos los ojos de joven Thorne.

Las lenguas de fuego morado suben un poco ya que, al parecer, no le gustó al joven las palabras de mi niña.

Ella sigue en su pose de diva mirándolo desde arriba.

"Está bien, será como tu quieras mi amor."

Responde por fin Reginald mirándola a los ojos.

"No me importa esperar por ti..."

"Te espere más de mil años para que te decidieras a divorciarte de ese idiota imbécil de Andrew."

"Pero, por favor, usa mi anillo de compromiso."

Reginald truena sus dedos y ante mi Belle aparece una cajita enorme negra.

Dentro de ella el enorme anillo distintivo de los Thorne se aprecia.

Con una enorme diamante de color blanco, el anillo es de oro blanco del más antiguo y puro que se puede encontrar.

Mi niña extiende su mano, fiel a su palabra.

Reginald se apresura a ponerle el anillo en su dedo medio.

Ah si, esa es otra cosa que no hacemos como los humanos.

Ellos ponen el anillo de compromiso en su dedo anular, no es así?

Bueno, nosotros lo ponemos en el dedo de en medio.

Nosotros creemos que ese dedo que gobierna nuestras manos.

Belle levanta a su prometido, él nos pide permiso para besar a su novia.

"Otorgado."

Exclamo benevolentemente.

Reginald besa apasionadamente a mi Belle.

Ella se derrite en sus manos porque su beso le deja ver cuanto la ama.

"aaawwwww!"

Digo mirándolos.

"Perdiste Lilith..."
Viggo se burla de mi.

"Te dejaré saber que perdiste en nuestra apuesta..."

"Después."