Suculento Premio

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"Pero que carajos es eso?"

"Como es que puede haber alguien afuera en el techo?"

El gordo grita lleno de miedo.

"Ustedes, vayan a averiguar que demonios ocurre alla arriba!"

Dos de sus hombres, muertos de miedo se asoman hacia la oscuridad del techo de la cabaña.

"No hay nada Jefe!"

Dicen, pero al momento se quedan blancos como el papel.

Dejo que vean un destello de mi flamita azul pequeña.

Ellos corren hacia la "seguridad" de la cabaña.

"Jefe, hay algo azul arriba, una...una flama azul arriba!"

"Es la bestia, la bestia!"

Los grandes hombres tiemblan de miedo.

"Malditos cobardes!"

"Les enseñaré que no hay nada alla afuera!"

El gordo sale e inmediatamente lo atrapo con mi gran lengua negra.

Sin esfuerzo lo elevo hasta mi.

"Oh pero si hay algo aca arriba..."

"Y ahora tu me haces compañía bola de manteca con patas."

El corazon del hombre se acelera tanto por el miedo que temo que le vaya a dar un paro al corazón.

Su adrenalina desaparece dejando solo el olor a miedo.

Lo devoro rápido ya que los hombres de abajo huelen mas apetecibles.

El pellejo flácido del gordo cae pesadamente estrellándose en el suelo.

Los bandidos toman niños en sus como si fueran escudos contra lo que este alla afuera.

"Bestia, devora a estos niños!"

"Ellos son mas deliciosos!"

Temblorosos, los hombres caminan con los niños retorciendose en brazos.

Las mujeres y hombres intentan gritar y moverse.

Las chicas también lo hacen moviéndose como moscas atrapadas en la telaraña.

Avientan al suelo a los pobres niños que caen como costales de papas.

Tomo uno de los hombres con mis uñas largas clavándoselas en la cabeza.

Otro de los bribones mira a su compañero agonizar en silencio.

Belle lo atrapa para arrancarle al carne del pecho con sus largas garras.

Las dos bebemos esta sangre azulada.

"Despacio, juguemos un poco con ellos."

Nos deslizamos por el piso nadando en las penumbras.

"Alejate de nosotros bestia inmunda!"

"No te nos acerques mas fétido animal!"

Las pocas luces de las velas se van apagando lentamente hasta que solo queda una mortecina luz en toda la cabaña.

"En penumbras me gusta más cenar..."

Mi Belle sopla la última endeble llama para dejar que las tinieblas se apoderen de este recinto.

Gritos ahogados.

Algunos golpes en el piso.

Chillidos de mujeres y hombres.

Todo queda en silencio por un mometo.

Olemos a las jóvenes.

Su sangre naranja con adrenalina es virgen.

Lilith, Vampiresa SensualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora