Acechada en el cine...

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El cine está casi vacío...

Por lo que tengo más espacio en las butacas para colocar todo mi desorden de palomitas de maiz, nachos rebosantes de queso fundido, refrescos, hot dogs y demás dulces golosinas que ordené previamente en la dulcería.

Como tengo tanto espacio a mi alrededor incluso puedo poner mis pies encima de la butaca vacía frente a mi.

Mi enorme gabardina oscura termina sobre otra butaca vacía.

En la pantalla del cine los gritos de la mujer en escena me fascinan.

Sonrío metiéndome un puñado de palomitas de maiz sabor dulce caramelo.

Tengo también a mi disposición palomitas de maiz con chile, saladas y unas con extra queso.

Los cuatro chicos del cine me miraron entre extrañados y divertidos cuando les pedí ayuda para llevar todo mi cargamento de comida chatarra a la sala.

La película antigua continua mientras mastico mecánicamente.

Sorbo ruidosamente del popote de mi bebida gaseosa de manzana.

Claro!

También tengo a mi disposición, bebidas gaseosas de naranja, de coca, de toronja y de fresa.

Todas ellas con hielo y sin hielo.

Que puedo decir?

Me encanta la comida chatarra!

El vampiro de la película a blanco y negro es tan distante, tan aristocrático, tan de los años veinte del siglo pasado.

Es el primer Drácula del cine contemporáneo.

Ese estereotipo se ha repetido mucho a lo largo de los diversos filmes.

Y debo decir que me parece el más apropiado y cercano a la realidad.

Aunque no olvidemos el Dracula de Bram Stoker.

Ese si fue un Drácula genial!

Un puñado de palomitas sale de mi boca cuando me río porque esta escena es graciosisima, aunque ya la haya visto mas de veinte veces.

Las otras diez personas que están conmigo en esta función de medianoche en el cine son algunas parejas.

Un tipo que me miró raro cuando entré con mi cargamento de frituras y dulces a la sala...

Y alguien muy especial.

No me preocupa el hombre que está sentado unas butacas debajo de mi.

Sabe que lo he visto.

Sabe que lo estoy vigilando detenidamente.

Contra todo pronóstico de los chicos del cine, casi estoy por terminar con todo mi festín de comida chatarra.

Me termino el último de mis refrescos y amontono toda la basura en una sola butaca.

Cuando termino mi tarea enfoco mi mirada en la pantalla.

Es entonces que el tipo de la gabardina oscura hace su movimiento.

Silenciosa y casi imperceptiblemente se mueve...

Se desliza hacia el pasillo para subir las escaleras hasta donde estoy.

Los ojos de Nosferatu me cautivan, sus ojos son simplemente alucinantes.

Que buen maquillaje!

Que buenos efectos para ser una película que tiene más de cien años.

Esa intensidad con la que mira Nosferatu te traspasa el alma y llega hasta confines tuyos que ni sospechabas que tenías.

Lilith, Vampiresa SensualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora