"A sus pies, Lady Lilith!"
Mis cuatro enormes generales hincan sus rodillas en el piso cuando me observan acercarme a ellos.
"Enko, Xoan, Biel, Ivo, levántense mis generales."
Los cuatro inmensos hombres ataviados con sus ropas de guerra se levantan.
Estos generales que tienen por fuera apariencia de hombres duros, toscos, aguerridos y fieros son los demonios que yo misma cree después de perder mi tercera batalla contra Demian.
Los formé uniendo los trozos de mis demonios bestiales del inframundo.
Mi fuego y mi veneno se encargaron de moldearlos y volverlos perfectos.
De pronto, mis generales quedan en posición de firmes frente a mí.
"Lord Viggo, señor!"
Exclaman en tono marcial y hacen una inclinación hacía mi hombre.
Viggo se acerca despacio hacía donde estoy yo.
"Mi amor, que haces fuera de la cama?"
Cuestiono con dulzura a mi amado Viggo.
"Lilith, es mi deber como segundo al mando recibir a las tropas."
"Generales, que sus tropas entren al castillo para que se planeé la estrategia militar."
Enciendo mi fuego y levito para abrazar a mi amado por la cintura.
Mi flama le da fuerzas para que sus heridas terminen de curarse por completo.
"A SUS ORDENES, LORD VIGGO, SEÑOR!"
Las cuatro asperas e infernales voces de los generales se escuchan en coro.
"Ahora si podremos ganar esta batalla, mi amor."
Viggo me susurra mientras que entramos en el casitllo.
Debo recostarlo lo antes posible en un diván.
Uno de mis sirvientes se acerca y me extiende una copa de sangre neón con mi veneno.
Hago que mi Viggo la beba para que recupere su vitalidad perdidas por el esfuerzo que realizó al salir de la cama.
Belle está cuidando de su hermano, quien también esta adolorido debido al amor.
Cuando supo lo que Erwendull hizo, el corazon inmortal de Benton se quebró un poco.
Pero cuando le entregué el dije del hada, Benton lo besó para después colocarlo directamente sobre su negro corazón.
Ahora ellos dos están juntos por la eternidad...
Eso espero.
Cuando observo que las tropas infrahumanas, mis leales huestes, ya están resguardadas en el interior del sobrenatural castillo invoco una protección para que esa puta de Victoria o ese bastardo de Demian no nos tome por sorpresa.
De nuevo.
El cuarto de guerra ahora está lleno de risas y charlas masculinas.
Los cuatro generales saludan efusiva y toscamente a mis jinetes.
Ellos son viejos conocidos y se han apoyado a librar sus batallas en el pasado.
Las anécdotas y golpes varoniles cesan cuando entro de nuevo al cuarto y todos recuperan la seriedad.
"Lady Lilith, en este año que estuviste en coma, Demian también estuvo reuniendo adeptos para su causa."
"Los últimos en tener alguna conversación con ese bastardo fueron las hadas."
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Lilith, Vampiresa Sensual
Romance"Eres MIA Lilith!" Mi amante vampiro exclama posesivamente. Te atreves a entrar en mi mundo de lujuria eterna? Dejame corromperte el alma...