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Taehyung retrocedió, su mano bajó del pomo de la puerta al oír la voz airada de la directora dentro. Ella no solía perder el control, o no había pasado durante los tres meses que estaba ahí. Así que, lo que sea que estuviese sucediendo, quizás, era grave. Frunció el ceño acercándose a la ventana para espiar dentro, le tomó algunos segundos darse cuenta de que tenia que ver con un niño. Mismo que no parecía nada impresionado mientras la mujer movía las manos de lado a lado explicando algo.

Entrecerró los ojos observando mejor al pequeño que ahora suspiraba de forma pesada. Por supuesto Kim lo había visto un par de veces. Sin embargo, no tenía idea de su nombre, ni siquiera creía haber oído su voz alguna vez. Exhaló decidiendo entrar finalmente.

—No puedes tratar de esa manera a tus compañeros.

Escuchó cuando ya estuvo dentro, cerró la puerta consciente de los dos pares de ojos sobre él a los que les dio una suave sonrisa a modo de saludo.

—Hola, yo...

—No quiero ir a verlo. Además, solo le dije la verdad —el niño siguió sin inmutarse en absoluto por la notable molestia en la directora, ni por la reciente aparición. Se paró más derecho como si tratara de lucir más grande y habló—: Usted sabe que es así. ¿Quiere mentirme también?

—¡Debes tener fe, muchacho!

—Señora directora —intervino Taehyung cuando escuchó su voz quebrarse. Se acercó para darle una palmadita en el hombro que ella agradeció con una sonrisa cansada—. Déjeme hablar con él.

—No creo que...

—Por favor —insistió, miró de reojo al niño con la cabeza gacha y volvió a pedir—: si tengo problemas la llamaré de nuevo.

La mujer le mostró una expresión que rogaba por que no fuese necesario. Asintió finalmente, caminó hasta quedar a unos pasos del niño que simplemente levantó la mirada.

—Se amable Kang, él es tu Hyung.

El niño le dio un vistazo rápido a Taehyung, desde sus pies hasta terminar en sus ojos. Y, Dios, ¿desde cuando el castaño no se sentía así de juzgado? Era desconcertante.

La puerta se cerró tras de la directora. El castaño regresó su atención al niño, a sus ojos, aparentemente, aburridos observándolo y solo atino a darle una sonrisa nerviosa.

—¿Kang? —repitió el apellido sin recibir más que una ceja arqueada como respuesta. Tal vez debido a la emoción fingida en su tono de voz. Carraspeó asegurándose de sonar más como él mismo—. Es decir, ¿cuál es tu nombre?

—Taehyun —el niño respondió. La comisura de su labio se levantó al notar la sorpresa en el mayor—. Kang Taehyun.

—Vaya —Taehyung siguió, divertido. Se dejó caer en el sofá en mitad de aquella oficina y cabeceó hacia el lugar a su lado para que el niño hiciera lo mismo—. Nuestros nombres se parecen, ¿no?

Taehyun se movió con pereza, arrastrando los pies hasta que estuvo lo suficientemente cerca para dejarse caer en el sofá.

—Ya lo sabía.

—Bien —Taehyung ahogó un suspiro. No le gustaban los adolescentes, o no solía llevarse bien con ellos. El recuerdo de él en esa edad era un poco confuso, así que, no tenía idea de lo que significaba la mirada que el menor le estaba dando—. ¿Podemos hablar de lo que sucedió? ¿Qué puso a la directora tan nerviosa?

—Hice llorar a Beomgyu.

El adolescente se encogió de hombros.

—¿Por qué? —Taehyung preguntó tratando de no sonar molesto como empezaba a sentirse, recordaba lo difícil que era lidear con los matones en el orfanato para él. Sacudió esos pensamientos y observó mejor al menor—. ¿Está en enfermería?

The Truth Untold. [Kookv] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora